Playlist:
Strange Birds de Birdy; Hometown Glory (instrumental version) de Adele;
Salgo del agua. Mi cuerpo esta totalmente empapado y estoy tiritando. ¿A donde voy ahora? ¿Estoy loca? Ha sido demasiado real para ser mentira. Todavía puedo sentirlo. ¿Que habrán hecho con él? No puedo pensar en eso ahora. Tengo que ponerme en marcha. Pero... ¿como puedo irme ahora que se que está vivo? ¿Que se que puede estar en alguna parte de esta maldita ciudad? Está claro. No puedo irme, no ahora. Y solo tengo un lugar donde refugiarme hasta averiguar cual será mi siguiente paso.
Obviamente tengo que encontrar a Mason. Esté donde esté, seguramente estará siendo sometido a algún tipo de tortura por su... ¿gemelo? Solo pensar en él me produce escalofríos. No quiero ni imaginarme por lo que ha pasado. Estaba tan... malherido.
Cuando llego a la casa de Sty, ya ha amanecido. El sol crea sombras en el pequeño jardín, que está bañando por la amarillenta luz que emite. Llamo con el puño, pero no me contesta. Miro por las ventanas, pero las cortinas no me dejan ver nada de lo que hay dentro.
- Estará en la iglesia -dice alguien a mi espalda.
Una chica de mediana edad está parada en la entrada con una bicicleta. Va vestida de negro.
- ¿Por qué?
- Esta noche a fallecido un niño de la ciudad. Es obligatorio asistir a su entierro.
Instintivamente pienso en el niño que ayude en mi primer día aquí. Adam. No me da tiempo a preguntarle sobre la identidad del niño. La mujer ya se está yendo. No puedo asistir así a un entierro, y menos al entierro de un niño. Voy por la parte trasera de la casa y respiro aliviada al ver una ventana abierta. Primer golpe de suerte en mucho tiempo.
Me seco rápidamente con una toalla y me cambio de ropa. No tengo muchas prendas negras, pero encuentro un vestido que parece apropiado. Me pregunto de quien sería. Aquel baúl estaba llena de ropa, y sorprendentemente, toda me valía. Mi cabeza empieza a crear teorías conspiratorias. El baúl, la gente que aparece y desaparece, el móvil, la pintada en la pared, los dos Masons. Se me está pasando algo por alto. Sea lo que sea no lo voy a descubrir hoy.
Salgo de la casa y rezo para que no sea Adam el que esté esperando a que velen su alma.
Cuando llego a la iglesia ya no cabe ni un alma más, así que están celebrando la ceremonia fuera, en el amplio jardín. Como puedo me cuelo hasta el principio, donde hay un pequeño cuerpecito reposando en un ataúd improvisado. No es Adam. Busco entre la multitud a Sty o al propio Adam. <<O a Mason>>, me digo a mi misma.
No los veo así que me obligo a desconectar y escuchar las palabras del pastor, que se encuentra en el centro del círculo formado por todas las personas. El niño apenas tendría ocho años. ¿Como ha podido morir?
- Nuestras almas se reúnen con Dios. Hoy nos ha dejado un alma muy joven. Nos hace preguntarnos cual es el verdadero propósito del Creador. Sea cual sea, y este donde este, su alma descansará en paz. Es voluntad de Dios.
Alguien me coge la mano. Cuando bajo la vista veo la pequeña mano de Adam rodeando la mía. Él no me mira, está mirando el ataúd.
- ¿Le conocías?
Él asiente con la cabeza. No se que decirle, así que en vez de soltar cualquier cosa, le doy un apretón y con la otra mano le sacudo el pelo. La ceremonia parece haberse terminado, ya que la gente a nuestro alrededor se va dispersando.
- ¿Estás bien? -le pregunto cuando salimos.
Se para en la acera y me mira.
- Puede que así sea mejor. Hubiera tenido que sufrir como nosotros lo haremos.
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La Grieta
Science FictionJuly no cree en la suerte. Solo sabe lo que sus ojos pueden ver y lo que su corazón siente. Tras una gran tragedia, puede ver como su madre sana, pero no tardará mucho tiempo en ser arrebatada de toda normalidad. En una noche como cualquier otra, la...