4 - Abuelos

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Luego de la magnífica fiesta que montamos por mi graduación llegamos a casa, cansados, pero con ganas de seguir celebrando, los chicos algo incómodos bebían, les había asegurado que no tenía problema, que ya estaba bien y que ellos podían hacerlo sin sentirse mal por mí, se negaron, pero sabía que lo querían, así que terminé por convencerlos.

Luego de eso papá fue con nosotros al jardín, donde estábamos por entrar a la piscina.

SMin: como les dije, les tengo una sorpresa, bueno, es principalmente para Tn, pero ustedes tienen que acompañarla.

Tn: ¿qué tiene entre manos señor Min?

Sg: les renté un par de cabañas en un lugar que según sé, a Tn le gustaba mucho ir - no, no podía ser ese lugar, ¿o sí?

Tn: papá... ¿Es...? - no podía terminar la pregunta, estaba nerviosa y tenía miedo de que confirmara lo que sospechaba.

SMin: sí, es donde vive tu familia, pero no te asustes, contacté a alguien y ella no ha aparecido en ese lugar desde hace años - corrí a abrazarlo, moría de ganas por regresar a ese lugar pero mi miedo a ver a mi mamá era enorme y por eso nunca pedí ir, volteé a ver a los demás y al parecer no entendían nada.

Les expliqué que era un bosque con cabañas y era precioso o al menos así lo recordaba, y ahora todos querían conocerlo, además, extrañaba mucho a mi familia, tenía 12 años sin verlos, quería ver a mis abuelos, ellos siempre fueron buenos conmigo y me defendían cada vez que mi madre me golpeaba o intentaba hacerlo.

Saldríamos por la mañana y además serviría para alejarnos del mundo unos días, pues lo poco que habíamos visto en redes sociales hasta ese momento era un caos, había mensajes muy lindos en su mayoría agradeciendo por hacer feliz a Yoongi, pero también habían amenazas, por lo que este viaje a un lugar totalmente alejado nos vendría perfecto.

Por la mañana partimos, papá no fue con nosotros, pues tenía trabajo, pero con nosotros iban el señor Lee y un par de guardaespaldas más.

Yo les fui indicando el camino, pues lo recordaba perfectamente, nunca podría olvidar algo así y luego de casi dos horas llegamos a la entrada de ese bello ranchito, los chicos estaban impresionados con las vistas y eso que aún no veían el bosque donde estaban las cabañas, porque para llegar a es lugar tardaríamos una hora más, pues literalmente era en la punta de una montaña y ahí las vistas eran espectaculares.

Primero quería ir a ver a mi familia, así que les indiqué a dónde ir, llegamos a un pequeño mirador y esperaba ver ahí a mis viejitos, porque siempre se sentaban ahí por horas, pero no estaban, supuse que eran ya lo suficientemente grandes para salir y encontrarse con el viento frío, así que me enfoqué en disfrutar la vista y el aire fresco unos minutos, este era mi lugar favorito, siempre quise vivir ahí, sólo en ese lugar podía jugar y ser una niña feliz, cerré los ojos haciendo que las lágrimas que estaban acumuladas en ellos se escaparan.

Sg: ¿qué pasa amor? - limpiaba mis lágrimas, pero yo no abría los ojos, sólo me inundé de hermosos recuerdos.

Tn: estoy feliz, mis pocos recuerdos felices de la infancia son en su mayoría de este lugar.

Sg: de saber que era tan especial para ti te hubiera traído hace mucho - negué con la cabeza.

Tn: no estaba lista, de hecho aún siento que no lo estoy, pero creo que éste es el momento ideal para regresar.

Todos se acercaron a darme un abrazo y entonces por fin abrí los ojos, decidida a ir a ver a las personas que tanto había extrañado.

Caminamos unos cuantos metros y ahí estaba la casa, no había cambiado en casi nada, salvo por el color, la puerta tenía vidrios que permitían ver hacia adentro y como si de un deja vú se tratara, ahí se encontraban sentados algunos de mis tíos, primos y mi abuelita, hice que Jin tocara la puerta y desde atrás de él pude ver cómo todos voltearon y veían a los chicos con cierta desconfianza, pero uno de mis tíos se acercó y abrió.

Nada es prohibido. Parte 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora