- number four.

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Disclaimer: One Piece pertenece a Eiichirō Oda.

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El primer mes pasó con bastantes cosas que eran dignas de contar: Luffy había cambiado pañales a cambio de un poco más de carne, zoro había dado biberón, Brooke tocó sus canciones de cunas y Umiko se agarró a sus huesos pensando que eran juguetes, los cuales fueron cambiados por diversos juguetes que le hacía Franky, Nami y Robin le habían dado baños, Ussop jugaba con la pequeña mientras Sanji intentaba hacerle un pequeño peinado con un lazo y Chopper realizaba sus revisiones y daba sus inyecciones de manera amigable, después de todo, para Umiko Chopper era un peluche gigante. Había sido emocionante para todos.

Pero claro, no todo eran rosas.

—Viene un barco pirata, no reconozco el Roger. —Usopp aviso rápidamente bajando su catalejo.

—¿Vendrán a dar pelea? —sonrió brevemente Zoro, acababa de limpiar sus katanas así que vendría bien probar que tan bien quedaron.

—Seguramente por lo que vi. —bajó del nido de cuervos y tomó a Umiko en brazos, quien aceptó gustosamente. —Me quedaré con Umiko bajo cubierta, no queremos que esté en peligro.

No avanzó mucho ya que Robin le detuvo con una mano.

—A la princesa le toca quedarse con el tío Franky esta vez. —le aclaro entregando la niña.

Princesa había sido el nuevo apodo favorito de la tripulación, al ser adoptada por ellos y mantener el apellido del capitán, que era el rey pirata, pasaba directamente a ser la princesa, nadie se atrevería a tocarla y menos con su cuidador de turno quien era el tío Franky.

—¡Au! Esta pequeña y yo nos quedaremos en un lugar seguro jugando a aprender a sentarse.

Habían turnos, y es que siempre que la marina quería (intentaban) capturarlos, barcos piratas venían a disque desafiarlos o algún barco comerciante pasaba muy cerca, alguien debería tomar a Umiko y dirigirse al interior del Sunny, querían proteger la existencia de la princesa lo mas posible quitándole de los periódicos y rumores, lo habían logrado exitosamente este primer mes con ella así que la esperanza estaba alta.

—Bueno chicos, que comience la pelea.

—Dejalos con el barco Luffy, deben volver a alguna isla si los dejas vivos. —recordó Nami mientras se quedaba a tomar sol en cubierta.

Con que fueran Luffy y Zoro ya era mandar dos bestias hacia el pobre barco de piratas novatos.

Eran algo tonto, ya que estando en el Grand Line los piratas juraban que podian derrotarlos ¡ni han llegado al Nuevo Mundo! ¿Y quieren derrotar al rey pirata y emperador del mar?

No dieron pelea digna de contar ya que en pocos minutos habia terminado y todos volvieron a sus puestos de antes, pero Luffy siendo el mismo de siempre en un tonto intento de recoger un barril de manzanas que habia caido al mar en la pelea se lanzó en su busqueda, hundiéndose como su fruta obligaba, y Zoro, una vez más, fue por él regañandolo al salir del mar.

Pero se detuvo cuando un imponente llanto llegó a sus oídos.

—¡Woah! ¿Qué pasa Umiko? —Se le escuchó a Franky alterado, sin saber que hacer para calmarla, lloraba y a momentos le daban espasmos que comenzaban a asustar al resto.

—Damela. —Pidió Nami haciendo que respirara entre los espasmos.

La mecieron mientras capitán y vicecapitán llegaban a cubierta y se estrujaban un poco el agua que tenían sus ropas, ajenos a la situación detallada del llanto.

Bah —gritaba en sus llanto la pequeña Umiko mientras pataleaba escapando de los brazos de Nami.

—No tiene pañal sucio y no creo que tenga hambre.

—¿Qué pasa, princesa? —no cesaba el llanto de la pequeña, es como si hubieran apretado un botón que ya no se podía apagar, nunca la habian escuhado asi, nisiquiera cuando Zoro y Sanji la despertaron en una pelea clasica de ellos.

—¿Qué pasa con Umiko?

Y de repente, se calmó.

Miraron a Umiko como cesó su llanto al escuchar la voz de Luffy preguntar por ella, lo busco con la vista desde los brazos de Nami y lagrimeo con balbuceos en su dirección.

—Quiere que la cargues Luffy.

—Pero si estoy todo mojado.

—Solo hazlo. —dijo firmemente para acercarse y entregarsela. —Seguramente te vio caer al agua.

—Pero–.

—¡Que la mimes! —fue esta vez petición de todos.

Luffy la volteo en los brazos para que le viera a la cara. —¿Que pasó Umiko?¿te asustaste? —dio un segundo de respuesta y se alejo un poco dando una seña al resto, caminando a la proa del Sunny, mientras que Umiko le balbuceaba en respuesta. —No te asustes mas, fue mi culpa pero estoy bien.

Se sentaron a una pequeña conversación donde Luffy intentaba que Umiko hablara un poco mas, apenas daba pequeñas silabas basicas pero era suficiente para tenerlo feliz.

Sanji llego al rato con un biberón y una toalla para luffy que seguia algo humedo, le agradecio al cocinero y se dedicó a estar con la que era su pequeña.

Al tiempo, el viento que comenzaba a correr y un pañal que anunciaba un cambio fue señal de ir al interior del barco, donde Ussop se ofreció en mudar y Robin en hacer dormir a Umiko.

Esa era la nueva rutina que tenian en el barco del rey pirata, y no habia nadie que se quejara, en poco tiempo se habian encariñado con la pequeña y cada dia mas les enamoraba con sus acciones, solo querian verla crecer pronto y para disfrutarla al máximo.

O eso es lo que pensaban...

—Su peso es de siete kilos siete. —Chopper le ayudo a limpiarse la boca mientras comia unas papas molidas tibias con palta. —Y mide sesenta y ocho centimetros.

—¿Y eso es...?

—Bastante regular, esta dentro de los percentiles asi que es una niña sana de siete meses de edad. —aseguro mientras Umiko arrastraba por toda su silla la comida.

—Esto es un desperdicio de comida. —Sanji estaba entre frustrado y molesto, comprendía que era una bebé descubriendo los alimentos pero iba contra todos sus principios.

—Tranquilo San, Nami permitió comprar alimentos extras para Umiko, la reserva de comida esta bien. —comento Ussop mientras intentaba darle una cuchara de madera a la peque, quien solo la cambio de mano y comenzó a jugar con ella, ignorando por completo que la comida entrara a la boca. —Bueno, lo intenté. Comió lo suficiente.

—¿A quien le toca hacerla dormir? Porque tendra que limpiarla también.

—Créeme que sera la primera persona que pase esa puerta. —Sanji se desesperó viendo la comida, sabía que él tenía que hacerla dormir pero nesecitaria un momento para analizar nuevamente los platillos desperdiciados que creaba.

Y vaya, Zoro fue el desafortunado que entró.

—¡Zoro!

—¡Bah!
















Solo quiero aclarar que yo no se de bebés, intento investigar lo mejor posible.

Princesita pirata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora