- number six.

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Disclaimer: One Piece pertenece a Eiichirō Oda .

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Un añito.

Hoy, se cumplió un año desde que Umiko llegó a los brazos

Y vaya, la vida en Sunny era un caos ese día.

Habían parado en una isla, comprarían un par de cosas y esperarían a un par de personas para dar la noticia y celebrar al mismo tiempo a la princesa.

Varios en la tripulación sentían como un gran logro personal que durante meses no se hubiera revelado nada de Umiko, pero cuando fue momento de planear el gran día —que seguramente la niña no recordaría— pensaron en informarle a más gente. Ya saben, quienes se entrarían tarde o temprano y lograban ser más discretos por el momento.

—¿Como que Vivi viene?

—Me acaba de avisar que está por llegar, dale unas dos horas. —notificó Nami mientras veía a la dirección donde debía estar comenzando a verse su barco.

—Pero eso es mucho.

—Mugiwara-ya ¿puedes ya dejarme subir al barco? me tienes hace una media hora sentado con piedra marina en la mano.

—Torao debe esperar dos horas. —le indicó apuntando con el dedo.

—¡No esperaré dos horas!

—No creo que haya problema si le contamos antes. —interfirió Nami.

—¿¡Enserio!? —se levantó de un salto, mientras que tiraba con un poco de haki en sus manos la piedra de mar de Law. —¡Torao, ya vengo! —Con esas palabras, y al igual que un comic, hecho a correr dejando un hilo de polvo con su forma.

El ruido poco disimulado de algunos mugiwaras no se hizo esperar. —¿Que están haciendo?

—Apostamos a tu reacción. —contestó inocentemente Chopper, quien pasaba doscientos berries a Robin, que en algún momento había comenzado a recibir dinero y escribir.

—¿¡Sin mi!? —fue el único reproche de Nami para unirse a la diversión.

—¡Espera, Luffy!

—¡Capitán de..., más cuidado!

Si, esos eran Zoro y Sanji quienes gritaban desde el barco mientras la risa de Luffy corría de un lado a otro.

—Torao-san. —le llamó Jimbe a un lado de él.

—Mi nombre es Law. —reitero por enésima vez, casi como un mantra por cada vez que le decían así, menos con luffy, había perdido la esperanza en que le llamara bien.

—Por eso, Torao. —rio un poco el gyojin. —Solo no te enfades de no haberte dicho antes, pero lo hemos hecho bien todo en conjunto.

—¿Eh?

Law con la guardia baja fue sorprendido cuando unas manos bastante pequeñas que agarraron su pantalón, al no haber sentido algún peligro no reaccionó muy brusco, aunque un buen susto si se llevó.

Era una bebé.

—¡Papa!

—Torao está pálido. —Luffy comentó con una risa mientras llegaba junto a ellos, había dejado pocos metros atrás a Umiko caminar solita.

—Papá, papá, upaaa. —le extendió los brazos, Law seguía bastante quieto.

—¿eh?

—Oye mocosa, tu papá soy yo. —le habló a Umiko, quien se giró a verle y le extendió brazos a él, Luffy la tomó con gusto y la acomodo a su lado.

Princesita pirata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora