- number twelve

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Disclaimer: One Piece pertenece a Eiichirō Oda.

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Umiko tenía diez años.
Déjenme reiterar, diez años.

Era una pequeña demonio astuta, a sus dulces y tiernos diez añitos ya sabia pelear tan bien para enfrentarse con los marines novatos que aparecían cada cierto tiempo jurando que podían contra ellos, Garp también tuvo algo de culpa aquí, y es que él y Sabo se habían integrado cada un par de meses a las salidas semanales que tenían Luffy y Umiko, se habían pasado a llamar “la salida familiar Monkey” (y si es que Sabo se quejó, fue callado por un golpe de amor en la cabeza). Estas salidas terminaban siempre casi al borde de la extinción o el destrozó sin reparación posible, Morgans tenía un banquete cada vez que esto pasaba ya que escribía sobre peleas o que solamente el rey quiere mostrar el poder que tiene.

Ja, si supieran que la mayoría de esas peleas destructivas eran por las raciones de comida.

Estaban en una nueva isla, acababan de bajar y tanto Luffy como Umiko salieron de un salto a aventurar.

—Supongo que nos quedaremos aquí por el día de hoy. —comentaba Jimbe hacia algunos mientras se escuchaban gritos de felicidad desde el bosque, seguramente encontrando bichos o comida.

—Bajemos las cosas, no creo que vengan a molestar el día de hoy. —bostezo Zoro mientras inspeccionaba el lugar. —Ussop, ayúdame a mover las cosas.

—¿Por qué yo?

—¿Esos musculos son de adorno?

Eso le pego al ego de Ussop. —¡Claro que no, ya voy a demostrar que soy el más fuerte de estos mares!

Nami se apoyó en una roca de la playa y miró a su alrededor. —Uff, ¿sienten ese viento? Se viene una tormenta.

—¿Eh? —se le escapó de manera genuina a Franky y Brook que estaban cerca en ese momento.

¿Una tormenta?¿con ese amplio y hermoso cielo azul sin ninguna sola nube en en el?

Ellos confiaban en su navegante, pero a veces realmente quedaban extrañados.

Nami pidió que instalaran un toldo para cuando llegara la lluvia, ya que se negaba a salir a mar adentro con ella, hasta Robin en su momento dudo porque el cielo ni siquiera amenazaba con alguna dulce y esponjosa nube.

Nami es la navegante, no importa que tan loco suene, hagan caso.

Y así fue, instalaron las cosas y fueron por unos abrigos para el agua, los dos Monkeys no tenían ni una idea de lo que sucedía ni de las premoniciones meteorológicas que se decían pero estaban seguros que estarían bien, a pesar de que no podían saber que había al otro lado de la isla tampoco esta era inmensamente grande para que se perdieran o encontrarán problemas.

¿Qué podría pasar?

—Papá.

—Ya lo vi.

—¿Por qué no los sintió el tío Ussop?

—Ni yo, son tan débiles como un jabalí.

Ante los dos se encontraba un campamento de entrenamiento de marines.

¿Que hace gente tan débil en el nuevo mundo?

Luffy no pudo evitar suspirar con resignación, todo el mundo sabía que estos mares eran más salvajes que Paradise* pero si querías empezar a entrar debías ir al South Blue.

El East Blue seguía siendo el más débil pero al menos el South Blue era algo más para principiantes, pero ¿nuevo mundo? Era como criar cerdos para el matadero.

Princesita pirata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora