- six extra chapter

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Porque el público lo pidió, ante ustedes les presentaré la segunda parte del extra número tres, así que ya se la saben.

Mundo alterno.

- Ace ta vivo porque la escritora y al parecer ustedes también necesitan ser felices con ello.

- Irrelevancia con el canon y los tiempos.

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Umiko era la niña más feliz en ese momento, ya que estaba acompañando a su tío Ace a buscar un par de cosas para que pasara el dia con ella, toda la tripulación del Moby observaba a la pequeña en la espalda del segundo comandante, atrás de ellos les seguía de una manera calmada pero con un aura aterradora el mismísimo rey pirata.

Vaya familia, eran bestias poderosas del mar.

—Tio ¿Que quieres hacer en el Sunny?

—No lo se, que se te ocurre a ti mocosa.

—¡Podríamos jugar en alguna isla! ¿Podemos papá? —miro hacia atrás a su padre para hacerle ojitos. —¿Capitán papá?

—Ya veremos, primero lo debes consultar con Nami. —contestó mientras ya entraban a la habitación.

—¡Si, iremos a una isla! —festejo bajando de su tío y corriendo a la mitad del cuarto. —¡Tia Nami siempre dice que sí!

—Creí que tú eras el capitán del barco. —Ace le comento burlón hacia Luffy.

—¿Quieres llevarle la contraria a Nami? Tu eres una logia pero yo no, no puedo huir de sus golpes. —comentó de manera calmada, ya resignados a que no tenían poder ante las mujeres de su tripulación.

Pero bueno.

Ya se habían despedido de Barbablanca y de algunos comandantes, así que solo dieron un buen salto para llegar al Sunny donde comienza el préstamo de Ace para los mugiwaras, con el único propósito de divertirse a capricho de la pequeña princesa.

Y uno pensaría que lo primero que ocurriría con tanto D en un barco es un caos, pero Zoro ya había convivido demasiados años con Luffy como para saber como controlar la situación.

Algo de comida y una siesta bastarían hasta llegar a alguna isla.

Así que tras unos platos de comida que rondaban los treinta y cinco, Zoro solo los arrastró para que se quedarán tirados en el pasto y les mandara a dormir la siesta.

Y de alguna manera funcionó, Luffy acomodó su sombrero en sus ojos para luego roncar levemente, Ace aceptó la oferta rápidamente para no tener problemas con su narcolepsia y Umiko como una fiel seguidora de su figura paterna y el apellido que mantenía solo tuvo que tumbarse en el estómago se su padre y respirar hondo para unirse al clan de la siesta.

Ussop y Chopper levantaron al fondo un cartel cada uno que mostraba un perfecto “10”, esa manera de controlar la situación había sido prolija.

Fueron treinta minutos donde la calma reinó en el barco y habiendo escuchado la petición de Umiko de ir a alguna isla decidieron ir a una de su territorio que estaba relativamente cerca, después de todo no creían poder contener a las bolas de energías que eran los dos hermanos, cuando se juntaban hace años las locuras de su capitán se llegaban a multiplicar por cada hermano que se unía.

Es por eso que cuando despertaron decidieron estar en cubierta, por si acaso.

—¡Mira Umiko, este es el movimiento especial del tío Ace!

—¡Y unido con la goma será mucho mejor!

—¡Adelante, Luffy!

¡Gomu gomu no rocket!

Princesita pirata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora