- fourth extra chapter

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Disclaimer: One Piece pertenece a Eiichirō Oda.

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Umiko: 6 añitos.

Es de noche, Umiko está llorando.

Eso no es normal.

Nami y Robin son las primeras en despertar por la cercanía, después de todo esta en una mejorada y amplia habitación de mujeres, pero manteniendo su espacio con una pared de separación y sin puertas para no sentirse sola.

—Umi ¿qué sucede?

Cuando Robin vio a la pequeña entendió al segundo lo que sucedió.

—Nami, traeme algo para limpiar por favor, a Umiko que le cayó un diente.

La princesa estaba asustada, ella solo habia despertado para tomar un poco de agua que estaba en una botella en su mesita de noche pero al golpear levemente con el balanceo del barco su diente se golpeó, se terminó por soltar y cayó.

Nami sonrió con comprensión y salió de la habitación un segundo, muy pero muy “sutilmente” Zoro ya estaba atento fuera de la habitación.

—¿Que haces despierto a esta hora?

—Me tocaba de guardia —respondió mientras se aguantaba el bostezar. —¿qué pasó?

—Se le cayó su primer diente y se asustó.

—Oh, le dire a cejas que le de algo para el desayuno.

Nami evitó reírse un poco del nerviosismo que tenía Zoro, él no lo demostraba pero ella lo sabía, llevaban años juntos bajo la misma bandera.

Tras llevar un par de cosas y ayudar a la pequeña ella volvió a dormir, estaba casi por amanecer así que ya hablarían de todo mañana.

No esperaban que al día siguiente se montara casi una fiesta para que Umiko no llorará, no le gustaba como se veía sin un diente.

—¡Si quieres te doy uno de los míos! Yohohoho

—Brook, no. —regaño Chopper.

—Sigo diciendo que debería tomar leche para que salga de nuevo.

—¿Y si buscamos esos mordedores de oro que tenía para que salga de nuevo?

—¡Asi no funciona capitan baboso, tampoco tu marimo idiota!

¿Ven? Era un caos, y Umiko solo estaba impotente en una esquina de la habitación con sus brazos cruzados.

Y si, se calmó, luego que Sabo hablará con ella y le explicara como a él le faltó un diente bastante tiempo y aun así era genial junto a sus hermanos. Llámenlo privilegio de tío, pero solo él pudo calmar a esa pequeña.

Al día siguiente, un coquetón billete descansaba en la almohada de Umiko, cortesía de tía Nami.

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En honor al dia de la madre aqui en Chile.
Feliz dia para aquellas madres que lean esto.

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—Oye, papá.

—¿Ya no estás enojada y soy papá?

Umiko tenía quince años, se sentó junto a su padre en la cabeza del Sunny, estaba lindo el cielo en ese momento.

Ella hizo un puchero y luego saco su lengua en burla. —Necesito hablarte de algo. —Su tono bajó un poco y dio señal a Luffy.

—¿alguien te ha dicho algo malo?

—No, nada de eso. —abrazo sus piernas intentando buscar las palabras. —Es solo que ¿Quién es mi mamá?

—No lo sé.

—¿Qué?

—Que no lo se, sorda.

La cara de Umiko estaba para la fotografía.

—Ya me lo habías preguntado hace varios años pero es momento perfecto para contarlo bien, Nami me felicitaría si me escuchara. —río y cuando volteó a ver a su hija esta le miraba expectante ¿cuánto tiempo su cabeza estuvo con estas preguntas?

Ok, era momento de una conversación seria, y él tendría que actuar como el padre que se había formado a través de los años.

—Como ya sabes, te encontré cuando apenas tenías dos o tres meses, estabas en un montón de mantas y piedras, con algo de fiebre y llorando —La mueca que puso no pasó por desapercibida. —Cuando busque a algún adulto cerca no encontré a nadie, cuando te lleve al Sunny decidimos que buscaríamos a tus padres, si te buscaban o lo encontrábamos, te quedabas y si no te quedabas conmigo.

—¿Entonces… ?

—Al final de la semana fueron a ver algún registro de tu nacimiento, no había nada, ni siquiera un certificado de tu existencia.

—No tienes idea quien es mi madre. —dijo ya como afirmación en un intento de acoplar la idea a su cabeza.

—Yo tampoco supe quién era mi madre si te sirve de algo. —comento ya intentando aligerar el ambiente. —¿Quieres conocerla? Podemos buscarla.

—No, está bien. —se aligero mientras salía de su pequeño caparazón. —Solo quería saber, además hoy es el día de la madre.

—Oh, con razón.

Ambos se quedaron en un bonito silencio, estaban levemente apoyados el uno del otro mientras la brisa comenzaba a bajar su temperatura.

—¿A quien consideras como figura materna?¿lo dije bien?

—Lo dijiste bien. —ambos se levantaron y comenzaron a ir hacia el interior del barco. —Supongo que si tengo una figura materna esas serían Nami y Robin ¿tal vez Zoro?

—¿Zoro?

—Admítelo, era mi niñera cuando no podía bajar a las islas, además él me entrena.

—Ok, entonces deseales un buen dia a ellos, son como tus mamas ¿no?

—Tienes razón, gracias por hablar conmigo señor capitán.

—¿Volví a ser capitán?

¡Sip! —respondió para darle un beso en la mejilla de despedida, antes de irse a su habitación miró hacia atrás y detuvo su paso. —¿Tu tienes alguien como una mamá?

—¿Yo? Claro que sí y a diferencia tuya, ya le di algo junto a una carta.

Y lejos, muy lejos, atravesando el mar e islas, en la cima del bosque Corvo, había una foto junto a una carta, una mujer llorando sin detener ninguna lágrima y muchos bandidos intentando adivinar qué había pasado.

Dadan recibió un muy bonito regalo de su hijo menor ese día.
















Nuevamente, un feliz dia a las madres (no entrare en detalles pero si te sientes como madre, es tu dia)

Es cortito lo del dia de hoy, pero estoy algo llena de trabajos, ya despues de esta semana estare algo desocupada con la semana de pausa.

Nos vemoooooooos

Princesita pirata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora