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Después de terminar sus asuntos en la iglesia, salió y cerró el lugar, caminó a paso lento mientras veía a los pueblerinos caminar mientras hacían sus actividades rutinarias, observó a unas parejitas de enamorados, esperaba próximamente una boda, si, le gustaba casar a las personas enamoradas porque muy en el fondo de su mente visualizaba a ellos en lo que fueron sus deseos.

Se encontraba algo cansado, después de su celo quedó muy agotado físicamente y mentalmente, tenía ganas de dormir en su cama y oler un poco del aroma de JongIn, aunque eso último era extraño hasta para su lobo que muchas veces llegaba a ser primitivo y él no iba permitirle eso, no señor.

Había extrañado un poco al Alfa, sus pláticas interesantes, su risa contagiosa, pero sobretodo su presencia acompañándolo a sentirse menos solo, no podía creer que una persona lo había hecho cambiar tanto en tan solo dos semanas, no era normal que alguien cambiara la perspectiva de todo tu mundo en tan poco tiempo, al menos ya no le caía mal, se llevaban bien.

Arreglado con su ropa habitual siguió caminando cuando estuvo a tres casas de llegar a su hogar cuando visualizó a un grupo de niños en bolita, se apresuró cuando escuchó un grito lastimero, uno de los jóvenes que estaba a punto de dar una patada al estómago del chico en el suelo se detuvo al verlo estupefacto.

—¡¿Que están haciendo?!—Preguntó enojado mirando aquel espantoso acto de violencia que estaba presenciando.

Y entonces reconoció al jovencito, era el hermano de la enfermera Irene, Bae HyunJae.

— Padre Do...— Dijo con miedo el hijo del empresario asustado al verlo.

—HyunJae y compañía, vayan a su casa ahora mismo, hablaré con cada uno de sus padres por este deplorable acto de violencia—Los miró serio, los jovencitos sabían que estarían en graves problemas.

— Por favor Padre Do no les diga a mis papás! — Pidió HyunJae preocupado por la reacción de sus padres.

—No, lo que estaban haciendo no tiene justificación, ¿Que se creen ustedes para pegarle a un joven igual que ustedes? ¿Eso es lo que sus padres les enseñan? —Los sermoneó ciertamente enojado, todos los chicos agacharon la cabeza avergonzados de su actitud— Ahora le piden disculpas a Kenny.

—Per- —Intentó decir uno de los chicos inconformes, simplemente bastó una mirada haciendo que se callara.

— Lo siento Kenny— Se disculpó HyunJae avergonzado mirando al pequeño Alfa a los ojos, el chico solo miró al recién presentado Omega y murmuró un está bien en voz baja, los demás chicos siguieron su ejemplo forzados a hacerlo.

Tan pronto como pidieron disculpas se fueron corriendo, él mientras tanto se agachó y tocó el rostro del pequeño Alfa que estaba algo atemorizado y aún en el suelo, pero sentado sobre el pavimento.

—Kenny, ¿Porque te molestaban? —Se atrevió a preguntar con una voz suave y tranquila para darle confianza al niño de hablar.

—Por mi color de piel, me dijeron que era feo —Fue lo único que dijo el chico y eso le hizo sentir la sangre hervir, pasó una mano por el cabello del niño y lo miró con ternura.

—Eso no es cierto Kenny, tu color de piel jamás feo, Dios nos creó a su imagen y semejanza, nos hizo únicos e irrepetibles, eres un niño muy lindo y serás un Alfa bueno en el futuro—Observó al chico limpiarse las lágrimas de sus mejillas y lo atrajo a un abrazo como forma de consuelo.

Nunca se había encariñado tanto con un niño como lo estaba haciendo con Kenny.

—¿Está tu hermano en casa? —Pregunta después de separarse del abrazo, Payne niega con la cabeza.

𝔼𝕗𝕚́𝕞𝕖𝕣𝕠 || KᴀɪSᴏᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora