CAPITULO 4: tal para cual

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Hyeji

Me levanté temprano como de costumbre y comencé a arreglarme para salir.

—¿A dónde vas?— preguntó Yena adormilada.

Debo ir a buscar a mi hermano — respondí con pasta dental en la boca. Después la escupí en el lavabo.

¿No es muy temprano para que vayas? No son ni las diez de la mañana.

—Choi Yena, las personas comienzan sus días desde que amanece, no después de medio día como "otras". — me burlé. Estaba muy claro que me refería a ella. — Uno de los ejecutivos se pondrá en contacto contigo para antes de medio día. Quieren saben las probabilidades de éxito en caso de que se abra una sucursal aquí en Seúl. Al parecer hubieron respuestas positivas de los presentes.

Yena se dio la media vuelta y se acurrucó aún más entre las sábanas.

Okay, entiendo. Cena con el jefe a medio día. Anotado.


Rápidamente corrí hacia donde estaba mi mejor amiga y la golpeé con la primera almohada a mi alcance.


¡No te vayas a quedar dormida! Es una muy buena oportunidad, Yena.

Pues, ¿no se supone que solo venias a Seúl por tu hermano? —preguntó. —¿Por que el repentino interés?


Quizá ese interés tiene nombre. Jake. Después de tomar un café con él el día de ayer, mi curiosidad por saber qué fue de mi vida aumentó un poquito más. Si bien no quiero indagar a profundidad sobre mi pasado, si me gustaría al menos "conocer" o "recordar" a través de él sobre las buenas cosas que viví.

Al inicio sólo quería encontrar a mi hermano e irme, pero ahora pienso que es una buena oportunidad para conectar mi pasado con mi presente y futuro. ¿Quién soy, fui y seré? Toda en una sola.

Solo atiende la llamada, es todo. Aiden te dará los detalles.

—¡Agh! ¡¿Por qué de todas las personas tenía que ser Aiden?! Me molesta.

—¿Qué te molesta? ¿Qué sea un empleado ejemplar o que haya terminado contigo hace un año?

Rodó los ojos.

Las dos opciones.

Reí.

Dejen sus asuntos personales para después, ahora debes cumplir con tu trabajo. Es lo mínimo que puedes hacer después de —


—¡Si! Ya seee... sé que no reservé el hotel a tiempo. Una disculpa de nuevo, madame. —interrumpió en tono de burla.

Yena, me da mucha pena con tu hermano por la molestia que le estamos haciendo pasar. —dije honesta. — Si lo ves dile que me gustaría agradecer el dulce gesto de darnos un lugar donde dormir en la cena de esta noche. Me gustaría comprar vino y darle las gracias en persona por todo lo que ha hecho por nosotras... por ti.


La pelinegra entrecerró los ojos.

¿Que no te ibas ya?

—¡Oh! ¡Cierto! — rápidamente corrí hacia el celular y miré la hora. —Jake ya debe estar esperándome.

—¡Woah, woah, woah! Alto ahí, vaquera. ¿Con quien irás a lo de tu hermano?


—Con Jake. Ayer se ofreció a ayudarme así que acepté.

Wash away | YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora