CAPÍTULO 28: segundo plano

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Hyeji

Desperté.

¿Fue una pesadilla?

Me senté lentamente en la cama y tallé mis ojos para contemplar el paisaje detrás de la cortina que estaba entreabierta.

Esta habitación no es la suite de Yeonjun.

Como pude me puse los zapatos y prácticamente corrí hasta lo que parecía ser la sala y la cocina. Beomgyu estaba cocinando algo y al verme, sonrió.


—Menos mal ya te despertaste. Estaba pensando seriamente en ir a verificar que estuvieras respirando. —rió.—¿Tal vez echarte un poco de agua en la cara?...hmm... eso también sonaba bien.


—¿Beomgyu?


—Buenos días.— dijo sonriente.

Miré alrededor y lo único que reconocí fue al gato, Rayas, si no mal recuerdo su nombre. Fuera de ahí todo era nuevo para mi.



Eso... y la camisa de Beomgyu extendida en una silla, eso explicaría porque está cocinando con la playera blanca sin manga que va debajo de la otra.


Espera...

—¿B-Beomgyu?—llamé su nombre de nuevo con un ligero tono de alarma en mi voz. Gyu volteó a verme al instante sin dejar de lado el sartén frente a él.


—¿Mmm?


—Tu ropa..

—¿Qué tiene?—preguntó despreocupado y apagó la llama de la estufa.


—¿De casualidad tú y yo...—tan solo pensarlo hizo que se me bajara el color en la piel. No me perdonaría nunca haber hecho lo que creo que hice.

Beomgyu por su parte, solo comenzó a reír por la expresión en mi rostro.


—Oh, no te emociones, yo dormí en el sofá—soltó una risita.—Anoche estabas tan cansada que te quedaste dormida en la banqueta; traía las llaves conmigo en caso de que quisieras ver tu casa de nuevo así que no tuve otra opción más que abrirla para dejar que descansaras aquí. —sonrió. —No es nada de lo que te imaginas.


—Menos mal—sonreí aliviada.


—Eso, y que además estoy felizmente casado y con un niño en casa que me esperan. —dijo orgulloso. Se veía feliz— Jamás traicionaría a mi esposa ni a mi familia, ni siquiera por error.

Asentí satisfecha con su respuesta. Beomgyu es una gran persona.


Acerqué una de las sillas de metal a lo que parecía ser la mesa en donde comeríamos y me senté, no sin antes ayudarle a Beomgyu a poner los dos platos y dos vasos para comer. Gyu puso el sartén en el centro de la mesa y comenzamos a ingerir los alimentos.

—¿Tienes familia?

Asintió.

—Tengo una maravillosa esposa y un grandioso niño de un año.—respondió orgulloso.


—Woah... Muchas felicidades.—dije honesta. —No me habías contado nada al respecto.

—Si bueno, probablemente es porque siempre hay alguna emergencia que atender.


—¿Emergencia?—coloqué una cucharada de comida en mi boca.


—Yeonjun es la emergencia—sonrió divertido.—Habrán pasado muchos años, pero ese viejo siempre será el tema recurrente en nuestras pláticas.—soltó una risita nasal.—Es decir, ya sabes, es tu prioridad.

Wash away | YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora