Wash away | Yeonjun

CAPÍTULO 8: ojos de amor

Hyeji

—¿Hyori?— volví a llamar su nombre pues aún parecía estar pasando por un pequeño colapso mental.

Algo que aprendí bien en la universidad fue que mientras más parezcas conocer a una persona, más fácil te será interactuar con ella y cumplir con el cometido, por ejemplo, una venta refiriéndome al departamento de ventas; en este caso conseguí su nombre en la credencial que orgullosamente porta alrededor de su cuello para conseguir un trato amable de regreso pues, mi objetivo no es vender nada sino más bien intentar comprender la visita inesperada de una desconocida.

—¿Quién es?— Yena apareció detrás de mi abriendo la puerta un poco más.— Oh, hola — sonrió.— ¿Vienes por los nuevos diseños? Annie me dijo que enviaría a alguien por los documentos.

La chica negó con la cabeza.

—¿Entonces?

—Yeonjun. ¿Dónde está?—preguntó impaciente.

—¡Oh! ¡¿Vienes a ver a mi hermano?!—rio nerviosa y ambas cruzamos miradas entre sí.—Amm... esto debe ser muy incómodo, una disculpa. —extendió la mano para saludarla formalmente—Soy su hermana, Yena. Ella es Ms Lee, diseñadora de modas. —me señaló y sonreí — Yeonjun nos prestó su habitación para descansar. Espero que no te vayas a hacer ideas erróneas.

La chica sonrió incómoda y asintió.

—¿Tu eres...?—intenté preguntar. Solo espero que no sea quien yo creo que es.

—Eres su novia, ¿cierto?—Yena me interrumpió y la chica asintió después de unos instantes. —¡Mucho gusto!

—El gusto es mío — finalmente habló y extendió su mano para saludar. La chica no apartaba la mirada de mi así que comencé a sentirme incómoda. De un momento a otro su expresión pasó de confusión a arrogancia. —¿Dónde está Yeonjun? —demandó. Parecía molesta.

—No lo sé —respondió Yena de la misma manera en la que la chica preguntó. —Vendrá más tarde así que si gustas puedo decirle que viniste a buscarlo.

—De acuerdo —me dio una última mirada y se fue.

Volteé a ver a Yena y ésta se cruzó de brazos.

—Me cae mal. Y no, no lo digo porque tú eres mi amiga.

—Ajam...— la empujé un poco y sonreí.

—¡De verdad! Esa chica tiene algo que no me agrada. De seguro ni siquiera quiere a mi hermano como él a ella.

—Yena, no seas así.

—¿Por?

—No sabemos nada de ella o la relación entre ambos como para que la ataques.

— ¡Lee Hyeji! Es que eres muy buena. — apretó mis mejillas y ambas entramos de nuevo a la suite. —Siempre piensas lo mejor de los demás.

—Es que así debería ser. No podemos juzgar a los demás solo con ver su imagen.

—Si pero no negarás que había algo en ella que no cuadraba con lo que decía, ¿cierto? — dude un poco. —Si no, ¿cómo explicarías que no sabe dónde está Yeonjun? O mejor aún, ¿por qué mi hermano no le dijo nada al respecto?