CAPITULO 24: orfanato

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Hyeji

—¿Ya te vas?— pregunté. El dulce chico con mirada gatuna asintió con la cabeza mientras se acurrucaba un poco más entre mis brazos.


—Pero no quiero irme...


—No te vayas entonces—sonreí y deposité un dulce beso en su frente pues Yeonjun estaba por levantarse del sofá.

—Debo irme. Las cosas en la empresa comenzaron a ponerse interesantes y debo estar presente.


—Oh, cierto. Yena me comentó algo al respecto.

—¿Y también te comentó que papá apareció a media junta para hablar en privado con mamá?

—Amm... no, eso no.

Yeonjun sonrió irónico y negó con la cabeza.

—No sé que es lo quería pero mamá le dio la oportunidad de hablar en privado.


—¿Y de qué crees que quería hablar?


Mordió su labio inferior y después se acercó hasta mi para darme un beso de despedida.

—Nada bueno. —sonrió. Se ve muy cansado pero aún así hace el esfuerzo para estar conmigo en sus ratos libres.—Debo irme pero te veré cuando salga, ¿está bien?

Asentí con la cabeza.

—Te veré en la noche, Yeonjun.


—Te amo Hyeji...—y fue como si el tiempo se hubiera detenido. Lo miré perpleja pues se me hizo muy repentino que lo dijera así, es decir, ha pasado poco tiempo desde que comenzamos a salir. Yeonjun sonrió y acarició dulcemente mi cabeza. —Sé que puede ser demasiado rápido para ti porque recién comenzamos a salir pero para mi no lo es ya que te he esperado desde mis 18 años. Cada día desde la ultima vez que te vi he esperado por este momento, el momento en el que declare todo lo que siento por ti. Te amo, Hyeji. Y si eso no es amor, entonces no sé que si lo sea.

Y es aquí en donde me pregunto, ¿salvé a toda una nación en mi vida pasada? ¿Qué fue lo que hice para merecerlo?

Me puse de puntitas y abracé a Yeonjun con todo mi corazón.

—Heeseung me invitó a pasar la tarde con él, por si algo le ocurre a mi celular ya sabes a donde llamar.

Sonrió.

—Está bien.

—Te amo...—susurré. Y debo decir que es la primera vez que se lo digo a alguien en toda mi vida.


—Te amo como no te imaginas, Lee Hyeji...


(...)

—Dijiste que irías a tu casa por algo.—me quejé mientras intentaba que el tacón no se atorara entre las piedras del descuidado jardín.

Heeseung soltó una risita y extendió su mano para ayudarme a cruzar el feo pasto.

—Esta es mi casa, Hyeji.


—Claro que no.


—Claro que si.—volteé a verlo, después dirigí la mirada hacia la enorme mansión frente a nosotros a tal punto que la luz del sol lastimó mis ojos por un instante.

El lugar era enorme, y si mal no recuerdo, la otra casa era en realidad su casa. Teniendo esto presente, ¿esta es su segunda casa?



—¿Tienes tanto dinero que compraste otra?— dije refiriéndome al lugar. —No tenias que alardear sobre lo que ganas como artista, ¿lo sabías? Además, yo también tengo una de estas en Inglaterra.—dije para hacerlo reír.

Wash away | YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora