1.

11K 627 61
                                    

No hay sentimiento más molesto y doloroso, que en tu garganta se forme un nudo y no puedas emitir una respuesta a lo que te ha colocado así.

—Crystal Cassanova. (Autora)

  AVA:

    —¡No, por favor! —son las fuertes palabras que expreso gritando a mi opresor.

   No valen la pena mis quejidos, ni las lágrimas que brotan de mis ojos como si de un rio se tratase, ese hombre sigue apretando mi cuello con su mano izquierda, mientras con su mano derecha me rompe la camisa blanca que llevo puesta.

    —Carne fresca —menciona acercando su rostro hacia el mío, intentando besarme.

   Me revuelvo en sus brazos, dándole sin querer en su entrepierna, haciendo que él me suelte por el dolor que le ha causado.

   Por primera vez pienso claramente y empiezo a correr como si vida depende de hacerlo.

   No sé en qué momento él me trajo a ese callejón, lo único que sé es que estoy harta de solo ser un objeto sexual en el burdel en que trabajo.

   Nunca antes he sentido tanto asco de mi como lo siento ahora. Puedo sentir las manos de todos esos hombres que pagan mucho dinero para poder tenerme a solas. No importa cuanto me duche, ni cuanto restriego mi cuerpo con las esponjas, aún huelo su olor en mi.

   Aún estoy corriendo. No me detengo. Aunque mantengo mi mente pensando en el pasado, todavía sigo corriendo por mi vida. En ningún momento miro hacia atrás. Me temo que podría estar persiguiendome y es lo último que deseo ver.

   Veo la calle que da con la parada de autobús y para mi buena suerte, el autobús está llegando a la parada.

   Intento correr más de lo que estoy haciéndolo para alcanzar el autobús y al intentar cruzar la calle sin mirar, un automóvil deportivo por casi me embiste.

   No tengo ni la más mínima idea de como me detuve en seco y de como el auto también lo hizo.

   Mi corazón está a mil. Creo que podría tener un infarto en estos momentos.

   Coloco mi mano derecha en mi pecho, queriendo creer que así puedo respirar aún más, pero no es así, mi corazón sigue acelerado.

   Retrocedo lentamente hacia atrás cuando escucho que la puerta del auto empieza a abrirse.

   Nunca he visto un auto cuya puerta se abra hacia arriba. Tengo por certeza que el burdel en el que he estado encerrada todos estoa dos años, me ha consumido a tal punto que no conozco casi nada de lo que sucede en mi pais natal; Russia.

   Del automóvil sale un hombre de cabellera negra, vestido con un traje de tres piezas negro y con unos ojos negros realmente perturbadores.

   Su sola presencia hace que tambalee hacia atrás tropezandome con unas piedras.

  Su mirada se posa en mi, adentrándose en mi cuerpo.

    —¡Maldita perra, ya vas a ver como te follo aquí mismo delante de todos para que veas que eres mía hasta que te mate! —exclama el maldito hombre agarrando mi cabello y echando mi cabeza hacia atrás para besarme sin aviso.

   Me revuelvo para que me suelte, pero alguien se adelanta a ayudarme y logro deshacerme de su agarre.

   Abro mis ojos impactada y asustada mirando hacia todos los lados, para al fin notar que las manos del hombre con ojos perturbadores, me están sosteniendo y ayudándome a no caer desparramada en el suelo.

DESEO CARNALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora