Ya no te hagas la difícil, porque mientras más difícil te pongas, más dura se me pone.
—Duncan Smirnov.
DUNCAN:
Sonrío, pero claramente no de felicidad.
—Bien, preciosa. Voy a jugar tu juego, pero te prometo que saldrás perdiendo. —le sonrío pero esta vez lo hago con deseos de besarla delante de todos mis hombres—. Nunca pierdo y no perderé menos cuando se trata de ti. De la mujer que me vuelve loco.
Observo que su confianza se destruye en cuanto digo estas palabras. Ya no me mira con altanería, sino más suave, como ella es. Dulce.
Ella gira su cabeza hacia los lados, mirando a mis hombres y a las mujeres que están en la cocina.
—Me iré a vestir... —menciona dándome la espalda, empezando a caminar hacia afuera de la cocina.
—Hazlo rápido, tenemos cosas que hacer. —digo teniendo su atención nuevamente, ya que, ella gira su rostro y fija sus ojos en mi.
Asiente lentamente, al mismo tiempo que se gira y desaparece de mi vista.
—Edward y Jones, vengan aquí. —le ordeno a dos de mis mejores hombres.
Ellos son mi mano derecha e izquierda.
De inmediato se acercan y se colocan en frente mío.
—Necesito que mantengan a Ava segura y con todos los gustos que ella desee, mientras no esté cerca de ella. Ustedes ya no serán mis manos derecha e izquierda, ahora serán de ella. —menciono cada palabra con cuidado.
Ellos se miran entre sí, para luego mirarme y asentir.
—Daremos nuestra vida por ella si es necesario, jefe. Nadie le hará daño a ella mientras estemos a su lado. —expresan al unísono los dos.
Asiento lentamente mientras me recuesto de la isla de la cocina, esperando a que Ava termine de ducharse y vestirse.
Sin contar ni mirar la hora, creo que luego de 10 minutos, ella aparece.
Raro.
Pensaba que todas las mujeres duran alrededor de 1 hora para estar lista.
Ava entra a la cocina con un pantalón militar y una blusa blanca.
A decir verdad, Ava es diferente a todas las mujeres que he conocido. En ella hay algo que me atrae y me desconcierta a la misma vez. Ella es como una caja llena de sorpresas y lo que me atormenta es que no sé si son buenas o malas.
—Estoy lista, Duncan. —expresa secamente como si estuviera enojada conmigo, lo cuál creo que es lo que sucede.
Se hace la difícil y me encanta que sea así.
—Sígueme... —menciono sin mirarla mucho.
Los hombres abren la puerta de la cocina que da con un jardin y la armería militar.
Sigo el camino de rocas plantadas en el suelo, para pasar por el entrenamiento militar al aire libre de mis más de 500 escoltas. Giro a la derecha para entrar en una sala de armas, llegando al lugar que deseo.
Hoy es el primer día de entrenamiento de Ava. Aún no sé lo he informado, porque temo que podría acobardarse y quiero que ella pueda protegerse de cualquier persona, si alguna vez no estoy con ella.
Entro al almacén de armas, encontrando rifles de todo tipo, cuchillas, hachas, puñales, pistolas, revólveres y de más.
Escojo la pistola Desert Eagle y el cargador correspondiente de esta. Cuando lo tengo en manos camino hacia la sala de disparos, observando a varios de mis hombres practicando.

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DESEO CARNAL
RomanceEl deseo es un sentimiento que abarca muchas emociones. Puede referirse al deseo carnal o al deseo de una cosa en específica. Duncan Smirnov el mafioso ruso más temido en el mundo. Lleva cargos policiales hasta en el caribe, por trafico de person...