Arde, mi cuerpo arde de deseos por ti.
—Duncan Smirnov.
DUNCAN:
—No juegues con mi paciencia, Ava. Estoy tratando con todas mis fuerzas, de no bajar tu pantalón, levantar tu cuerpo ahora mismo con una sola mano, sostenerlo con esta y follarte bien duro contra la pared... —pego su cuerpo más del mío, acercando más mi rostro al de ella. Cierro los ojos imaginándome lo bien que se sentiría estar dentro de ella ahora mismo—. Al cerrar mis ojos lo único que veo es a mí, moviendo mis caderas en circulo lentamente, mientras te embisto muy duro contra la pared y tus gemidos y los míos hacen contraste formando una melodía en este lugar. —rozo mis labios con los de ella—. Necesito estar dentro tuyo, en este instante. Necesito intentar saciar estas ansias que tengo por ti, desde el primer día en que te conocí.
Mis ojos se desvían a sus labios y cuando intento besarla con toda la pasión que siento, ella se echa hacia atrás impulsivamente.
Me quedo estático por unos segundos, intentando asimilar lo que acaba de suceder.
Ella no me mira, más bien se aleja de mí caminando al lado de mis hombres, yéndose de vuelta a la casa.
Mi mano derecha, Edward, se acerca a mí lentamente, colocándose a unos pasos de donde estoy.
—¿Se la está poniendo difícil, Señor? —pregunta él arqueando una de sus cejas—. Debe dejar que ella aclare sus pensamientos, ¿no piensa obligarla a estar con usted o si?
Me enderezo colocándome en frente de él.
—Nunca he obligado a una mujer a estar conmigo y no va a suceder. El hombre que hace eso, merece que le corten el pene y los testículos de raíz. —menciono caminando a su lado para salir de este lugar.
En cuanto el aire fresco golpea mi rostro, me acaricio el cabello hacia atrás.
Esto va a ser difícil, pero no voy a quejarme, esto solo me hace querer luchar más por tenerla a mi lado.
Camino alejándome del campo de tiro y mientras lo hago me llega una idea para que ella se suelte un poco más conmigo.
En lo que analizo lo que voy a hacer, veo a Natalia, mi administradora de bienes.
—Querido, que bueno verte. —se acerca a mí con sus brazos abiertos y al llegar me abraza dándome un beso en la mejilla—. Cada día luces más hermoso.
Girando mi rostro hacia la derecha, llego a darme cuenta de que Ava no estaba mirando cuando Natalia me abrazó y besó la mejilla.Maldita sea.
Ava rueda los ojos mirándome mal, para luego irse hacia el jardín.
No la persigo porque sé que es capaz de mandarme un zapato atrás.
—Trata de no llamar tanto la atención. No tienes porque estar abrazándome. —le reclamo a lo que ella se ríe.
—No voy a cambiar la forma en que te trato solo porque la trajiste a ella. —menciona cruzando sus brazos.
Arqueo mis cejas.
—Ella se llama Ava, más respeto a la señora de esta casa. —repongo queriendo que le quede claro.
Natalia levanta las manos al mismo tiempo que se ríe.
Algo me dice que esta mujer me va a causar problemas.
—Mañana tenemos la reunión con los españoles. Ellos quieren ofrecerte que te unas al negocio de traficar mujeres y venderlas al mercado italiano y ruso del cual eres dueño. —me informa cruzando los brazos de nuevo—. Me parece una buena forma de ganar más dinero.

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DESEO CARNAL
RomanceEl deseo es un sentimiento que abarca muchas emociones. Puede referirse al deseo carnal o al deseo de una cosa en específica. Duncan Smirnov el mafioso ruso más temido en el mundo. Lleva cargos policiales hasta en el caribe, por trafico de person...