Todo el que se atreva a hablar mal de mi mujer, tendrá su muerte comprada. Ella es mi religión, es en quien creo.
—Duncan Smirnov.
Ava Ivannova:
¡Oh, por Dios Santo!
¿Qué acaba de hacer, Duncan?
—¿Qué hiciste, Duncan? —le pregunto gritando desperada por lo que acaba de hacer.
Él se gira hacia mi, entonces con una mirada arrasadora, pone sus ojos en mi.
—No tolero a los mentirosos y más a los que hablan mentira sobre mi mujer.
Me quedo estática no sabiendo como reaccionar. No creí volver a ver de cerca como Duncan se encargaba de matar de nuevo.
Pienso salir del agua, pero Duncan me fulmina con la mirada. Estoy olvidando que estoy desnuda y sus hombres están cerca de él.
—¡En posición! —grita Duncan haciendo que sus hombres se coloquen derechos al mismo tiempo que bajan su cabeza.
Cuando ellos hacen esto, Duncan me sonríe y asiente con su cabeza diciéndome que salga.
Empiezo a caminar evitando pisar las piedras ya que duelen demasiado y más si las pisas descalza.
Observo el rostro de Duncan mientras salgo y lo que más me llama la atención es que él se está mordiendo los labios.
Automáticamente me tapo los pechos con mi mano derecha y con la izquierda mi vagina, entonces cuando llego a dónde él está, antes de colocarme la toalla para cubrirme, me quita las manos y murmura en mi oido—: Te ves jodidamente apetitosa, mi amor. No te cubras, no sientas vergüenza de mostrarme ese hermoso y delicioso cuerpo... —con su lengua lame el lóbulo de mi oreja.
Mi vientre se contrae por ese pequeño toque.
Imbécil.
Está viendo que están sus hombres y se atreve a decirme esas palabras que solo han hecho que me caliente.
Me coloca la toalla correctamente para que no se suelte. Y luego uno de sus hombres le trae un abrigo largo y con este el me cubre por arriba.
Agarra mi mano y empieza a caminar. Sus hombres empiezan a caminar atrás de nosotros y puedo decir que nunca me he sentido más protegida que ahora.
—Duncan... —menciono a lo que él me mira—. Dejé mi ropa interior en el río, ¿Puedo ir a buscarla? —pregunto observando que empieza a sonreír.
Se carcajea unos segundos mientras seguimos caminando.
¿Qué le es tan gracioso?
—Tienes un hombre millonario, dueño de toda Russia ¿Y estás queriendo devolverte a buscar unas simples bragas? —se detiene y me mira con esa mirada que me dice que podría cogerme aquí y ahora—. Pide todo lo que quieras, eres la dueña de todo lo que estás viendo... —se acerca a mí y colocando su mano en mi nuca me acerca a sus labios—, si quieres un jet privado, pídelo y lo obtendrás. Si quieres una casa, un auto, un automóvil, incluso si quieres matar a alguien lo obtendrás.
Besa mi mejilla suavemente mientras sus ojos me observan muy atentamente.
Y antes de empezar a caminar nuevamente, me guiña un ojo.
A este paso me voy a enamorar de este hombre.
Camina tan despreocupado que hace que lo admire. Tener paz en un ambiente como este, es algo difícil de obtener.
ESTÁS LEYENDO
DESEO CARNAL
RomanceEl deseo es un sentimiento que abarca muchas emociones. Puede referirse al deseo carnal o al deseo de una cosa en específica. Duncan Smirnov el mafioso ruso más temido en el mundo. Lleva cargos policiales hasta en el caribe, por trafico de person...