Cap. 8

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Al no tener confianza en las personas, Hwang Do-Yun tomó la decisión de cuidar personalmente a Ji-soo y, antes de partir, decidió verificar su estado de salud.

─── Tómelo, te ayudará a bajar la fiebre ─── dijo Hwang, colocando un frasco de pastillas y un vaso de agua en la mesa cercana. ─── Si tienes algún problema, avisa a alguien de inmediato ─── añadió mientras salía de la habitación.

Ji-soo siguió las indicaciones al pie de la letra. Después de unos minutos, cuando el medicamento comenzó a hacer efecto, la chica ya se sentía lo suficientemente recuperada como para continuar con sus labores.

Se dirigió hacia su oficina, pero justo cuando estaba a punto de entrar, la puerta se abrió revelando a su superior.

─── Deberías descansar ─── habló el mayor, mostrando preocupación en su voz.

─── Ya me siento bien, puedo seguir trabajando ─── respondió Ji-soo, decidida a continuar con sus responsabilidades.

─── Está bien, no importa lo que decidas ─── Hwang se retiró, dejando a la chica sola en la habitación.

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Horas más tarde, Ji-soo se dirigió a su antiguo hogar, ya que ahora vivía con Jeong Gu-won y había dejado abandonado su apartamento. Al entrar, sintió una sensación de tranquilidad que la invadió, y una sonrisa se dibujó en su rostro mientras paseaba por el lugar. Cada rincón le recordaba los momentos que había compartido con Gu-won.

Ambos habían sido felices cuando era solo su compañía la que llenaba sus días. Parecía que esos tiempos ya no volverían y solo quedaban en el recuerdo, como un eco lejano de la felicidad pasada.

Ji-soo se dirigió a su antigua habitación y notó un cuadro junto a su cama con una foto de ellos dos, capturando un momento de alegría y unión. La castaña no se llevó esos recuerdos cuando se mudó con Gu-won, ya que él le había asegurado que crearían nuevos recuerdos juntos.

Curiosa, abrió uno de los cajones del escritorio y encontró una pequeña caja. Al abrirla, descubrió una pulsera que Gu-won le había regalado en su cumpleaños. Un torrente de recuerdos inundó su mente, recordándole los días eran llenos de alegría.

Pero ahora, los días se oscurecían cada vez más, como si el destino hubiera trazado un camino diferente para ellos.

Recordó un día en particular, el 1 de septiembre, cuando afuera llovía y parecía que todo estaba arruinado. Ji-soo y Jeong Won se encontraban en el apartamento de la chica, y Gu-won se había esforzado por darle una sorpresa de cumpleaños a su pareja.

─── ¿Qué pediste? ─── preguntó Gu-won, deseando conocer el deseo que Ji-soo había formulado.

─── Pedí que siempre estemos juntos y que pase lo que pase, nunca estemos distanciados ─── respondió la joven, acercándose a Gu-won para abrazarlo.

─── No tenías por qué pedirlo, nunca te dejaré sola ─── afirmó Gu-won, correspondiendo al abrazo.

"Nunca digas nunca", pensó Ji-soo. Quizás en ese momento aún no se daban cuenta de lo que el destino les tenía preparado, pero sabían que la felicidad y el amor que compartían podían enfrentar cualquier obstáculo.

ᰔᩚ  DEMON  LOVE  | Jeong Gu WonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora