ᰔᩚ DEMON LOVE | Jeong Gu Won

Cap. Final

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Los días de soledad que envolvían a la chica eran como un manto oscuro que la acompañaba a todas partes. A pesar de ello, ella se aferraba a la promesa que le había hecho a Gu-won de seguir adelante, como él hubiera deseado. Cada día era un desafío, pero ella luchaba por mantenerse firme, aunque en su interior la tristeza la consumía.

En medio de la noche, la chica se sumergía en sueños en los que Gu-won regresaba a su lado. En esos momentos, su corazón se llenaba de alegría y esperanza, pero cada vez que intentaba acercarse a él para abrazarlo, su figura se desvanecía entre sus manos, dejándola con un vacío aún más profundo.

Aunque la chica se resistía a admitirlo, tenía un problema que la atormentaba cada noche. En sus sueños, revivía una y otra vez la muerte de Gu-won, y para evitar enfrentar ese doloroso recuerdo, recurría a las pastillas para dormir. Era su única forma de escapar de la realidad y encontrar un respiro momentáneo en el olvido.

A pesar de su estado de ánimo sombrío, la chica seguía acudiendo al hospital, buscando refugio en la rutina y manteniendo su mente ocupada. A veces, pasaba toda la noche allí, tratando de mantener a raya los pensamientos dolorosos que la acechaban.

Hwang, quien había notado el estado de ánimo de la chica, se había convertido en su apoyo incondicional. Después de insistir en que ella necesitaba descansar, la acompañaba hasta su departamento, tratando de infundirle ánimo y esperanza en cada paso del camino. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la tristeza parecía aferrarse a Jisso, como una sombra que no podía ser disipada.

Después de una caminata silenciosa, finalmente llegaron al departamento de la chica. El ambiente era tranquilo y acogedor, pero la tristeza seguía reflejada en el rostro de Jisso, como una nube que no se disipaba fácilmente.

───Ya hemos llegado─── dijo Jisso, tratando de ocultar su tristeza bajo una sonrisa forzada. ───También deberías descansar, Hwang. Has estado cuidando de mí todo este tiempo───

Hwang señaló la entrada del departamento y respondió con preocupación en su voz: ───Primero entra tú. No quiero que salgas a altas horas de la noche nuevamente. Estoy aquí para cuidarte───

La chica asintió con gratitud y se acercó a Hwang para abrazarlo antes de entrar a su departamento. ───Gracias─── susurró con sinceridad. Desde que Gu-won se había ido, Hwang había estado a su lado, evitando que la chica se lastimara a sí misma. Su presencia constante y su apoyo incondicional eran un bálsamo para el corazón herido de ella.

Después del breve abrazo, Jisso entró a su departamento, sumiéndose una vez más en su soledad. Los recuerdos dolorosos seguían atormentándola, como un eco constante en su mente. Para calmar su angustia y olvidar el mundo por un momento, buscó desesperadamente sus pastillas para dormir. Sin embargo, para su sorpresa, no las encontró en su bolso. Supuso que Hwang las había retirado, preocupado por su dependencia de ellas.

Decidida a encontrar una solución, la chica intentó hacer un esfuerzo esa noche para descansar sin las pastillas. Pero a medida que la noche avanzaba y la oscuridad se adueñaba de su habitación, su mente traicionera la jugaba en contra, llenándola de pensamientos y recuerdos dolorosos.

Sin tener otra solución a la vista, la chica salió de su departamento y se aventuró a las orillas de la playa. A pesar del frío que la envolvía, no tenía intención de volver a casa. Sentía un vacío en su corazón, como si una parte de ella estuviera incompleta. Mirando fijamente la luna, temía que algún día olvidara la voz de Gu-won, su risa y cada pequeño detalle que hacía que su presencia fuera única.