ᰔᩚ DEMON LOVE | Jeong Gu Won

Final alternativo.

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La soledad se había convertido en una compañera constante para la chica, a pesar de anhelar desesperadamente volver a ver o escuchar la voz de Gu-won, sabía en lo más profundo de su ser que eso ya no era posible.

Había pasado una semana desde que Gu-won se había ido y la chica comenzaba a olvidar su voz, su cálida presencia. Solo en sus sueños podía verlo de vez en cuando, pero eran encuentros efímeros que se desvanecían al despertar, dejándola enfrentar la dura realidad.

Jisso solo tenía fotografías, el collar de cruz y los recuerdos compartidos con Gu-won. Cuando parecía que la felicidad había llegado a su vida, el destino decidió jugar sus últimas cartas.

El señor Park, había citado a la chica. Parecía tener algo importante que entregarle. Mientras esperaba en la oficina de Gu-won, Jisso anhelaba que él apareciera y dijera que todo había sido una broma, anhelaba volver a sentir su presencia.

La llegada del señor Park hizo que la castaña desviara su atención hacia él. Para no olvidar los recuerdos con Gu-won, Jisso siempre llevaba puestos el collar que él le había regalado en su vida pasada y la pulsera de mariposa.

─── "Al señor Jeong le hubiera gustado que tuvieras esto", ─── dijo el mayor mientras buscaba algo en la caja de Gu-won.

Después de unos minutos, el señor Park encontró lo que buscaba y se acercó a Jisso para entregarle una bolsa antes de retirarse de la habitación.

Al abrir la bolsa, Jisso encontró una pequeña caja roja. Con manos temblorosas, abrió la caja y descubrió dos anillos en su interior. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras sostenía los anillos en sus manos, sintiendo una mezcla de dolor y amor.

Quería usar esos anillos para tener una conexión tangible con Gu-won, para sentirlo cerca de ella en cada momento. Pero al mismo tiempo, sabía que hacerlo sería aceptar que él no regresaría, y ella aún lo esperaba con todo su corazón.

Con un suspiro, Jisso cerró la caja y guardó los anillos en su bolsillo, cerca de su corazón. Aunque la soledad la envolvía, seguía aferrada a la esperanza de que algún día, de alguna manera, Gu-won regresaría a ella.

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A pesar de que los días seguían su curso, la esperanza de que Gu-won regresara se hacía cada vez más mínima. La castaña observaba el atardecer con los ojos llenos de melancolía, otro día pasando esperando volver a ver a la persona que amaba. Cada rayo de sol que se desvanecía en el horizonte parecía llevar consigo un pedazo de su corazón.

"Las personas pueden volver a enamorarse, está en su ser, pero no en el mío", susurró la chica en un suspiro. Esas palabras resonaban en su mente, recordándole la cruel realidad que enfrentaba. Había pasado un mes desde que Gu-won se había ido, pero el dolor seguía fresco en su corazón.

Aunque quizás fuera doloroso, era tiempo de sanar. La chica tomó la caja de anillos con manos temblorosas y los observó con nostalgia. Cada anillo representaba una promesa no cumplida, un futuro que nunca llegaría a ser. Con determinación, se puso los anillos en los dedos, sintiendo el peso de lo que podría haber sido.

Al hacer eso, ella comprendió que, aunque fuera difícil, tenía que continuar con su vida. Debía dejar atrás los recuerdos y momentos felices que compartió con Gu-won y crear nuevos. Era hora de despedirse del pasado y abrirse a las posibilidades que el futuro tenía reservadas para ella.

Un nudo se formó en su garganta mientras luchaba contra las lágrimas. Era difícil dejar ir a alguien a quien amaba con todo su ser, pero sabía que era lo correcto. Gu-won no volvería, y aferrarse a la esperanza solo prolongaría su sufrimiento.

Ji-soo tenía un deseo profundo en su corazón. Si en esta vida no pudo estar al lado de Gu-won, deseaba con todo su ser que en su tercera vida pudieran tener un final feliz juntos. Anhelaba un destino en el que sus caminos se cruzaran de nuevo y pudieran vivir el amor que tanto ansiaban.

Tres años pasados , la chica logró seguir adelante con su vida, pero sin poder olvidar a Gu-won. Las fotografías que guardaba con tanto cariño se volvieron borrosas, y su voz se desvaneció en el eco de los recuerdos. A pesar de que los humanos pueden volver a enamorarse, ella no lo hizo. Su corazón seguía perteneciendo a Gu-won, como el primer día en que sus miradas se encontraron.

Pero el hecho era que no importaba cuántas vidas vinieran después, nunca podrían estar juntos. El destino parecía empeñado en mantenerlos separados, como si sus almas estuvieran destinadas a sufrir en la eterna agonía de la distancia. Aunque ambos eran la felicidad del otro, también serían la tristeza de uno. Siempre uno haría sufrir al otro, y eso era algo que Ji-soo no podía soportar.

Y así, en medio de la tristeza y la resignación, ella comprendió que lo mejor sería que no se volvieran a encontrar en ninguna vida más. Era una decisión dolorosa, pero necesaria para evitar el sufrimiento que les esperaría. Era como un bucle de acontecimientos trágicos que se repetían una y otra vez.

Con el corazón roto pero lleno de amor, Ji-soo se aferró a los recuerdos que tenía de Gu-won y guardó su amor en un rincón especial de su alma. Aunque sus caminos nunca se cruzaran de nuevo, siempre llevaría consigo el amor que compartieron en su corazón.

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Me podrían dar nombres
de chicas y una actriz que
la representante , es para
otra historia.

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