Capitulo 35: Aprendiendo a vivir otra vez

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Garrett.

Nunca había entendido a Howard.

Cada vez que veía a Howard con sus hijos nunca entendía porque se esforzaba tanto por ayudarlos con sus tareas, por conseguirles ese juguete que pedía o cuando incluso los regañaba o castigaba cuando hacían algo mal, para mí eso no tenía sentido y cuando le hablaba acerca de ello. . . su respuesta era siempre lo mismo "Cuando tengas hijos lo entenderás". Solía reírme de eso porque creía que yo jamás tendría esa oportunidad de ser padre, es mas siempre me burlaba de él diciendo "yo jamás viviré ese calvario" y ahora pues. . . me arrepiento de haber dicho eso porque ahora yo también estoy viviendo la cruel incertidumbre de ser padre y no entiendo de que va todo esto de la paternidad y tampoco sé si lo estoy haciendo bien, todo es confuso y bastante complicado porque en primer lugar la única mujer con la que quería formar una familia me había dejado, cuando ella se fue toda la esperanza de tener una vida feliz y la idea de una familia se esfumaron, si no era con ella no tenía sentido seguir con ese sueño ridículo; esa fue la razón por la que me quede solo y no me atreví a abrir mi corazón a nadie más, ahora no solo tenía que afrontar la idea de que ella ya no estaba, ella está muerta y yo no pude verla al menos por última vez aunque sea para disculparme y decirle lo que realmente sentía por ella, si no que también tengo una hija, ¡que lastima que no sea una niña pequeña! Pienso que así sería más sencillo pues a un niño es más fácil de convencer ¡porque todo lo creen! Si les dices que el cielo es de algodón de azúcar ellos se lo van a creer, pero ¿una adolescente de dieciséis años? Con una enorme capacidad de pensar y razonar, inteligente, que tiene su propia opinión y pide respuestas, que es testaruda y grosera y muy arrogante, pésima actitud. . . Dios, ¡esto está fuera de mi alcance! Sin embargo, a pesar de que Madison heredo el rostro, el color de ojos y el cuerpo de su madre, todo lo demás es una copia casi exacta de mí, es como si su ADN dijera "oye imbécil, no importa cuántas vueltas le des ¡soy tu hija!". Durante el corto tiempo que llevamos compartiendo no he visto en ella más que reflejos de mí mismo y me encuentro deseando ser un mejor ejemplo, me encuentro a mí mismo aprendiendo a ser paciente para que ella pueda aprender a ser paciente, me encuentro buscando concejos para poder enseñarle a ella, y más cuando se trata de nuestra naturaleza quiero que ella sea fuerte y no piense en sus debilidades, que vea que en ella existe un enorme potencial, quiero animarla a que supere sus límites y muestre a todos lo increíble que ya es. No quiero que se sienta incomoda con lo que es, porque es impresionante en todos los aspectos, es una chica muy activa y de naturaleza salvaje que no tiene miedo a decir lo que piensa, no tiene miedo a enfrentarse a quien sea con tal de proteger aquello que a ella le importa y en un pasado yo también fui así, Madison es apasionada y le gusta absorber conocimientos y si no puede con algo pues entrena hasta dominarlo y se esfuerza por conseguir su meta. Es como si ella fuera la mezcla perfecta entre Margaret y yo.

Aunque yo no lo demuestre me siento orgulloso de ella, aunque tenga que yo mismo corregir mi actitud y temperamento para que ella haga lo mismo, no me importa porque Madison es una niña increíble y me arrepiento de no haber estado allí para ella, pero ahora tengo la oportunidad de poder enmendar mi error y aunque sea desde las estrellas hacer que Margaret vea que ese sueño que tuve con ella si se hizo realidad. Es increíble la necesidad que tengo de enseñarle a Madison cosas, desde a controlar sus poderes o como grabar un video, pero algo que últimamente me pasa es que deseo como padre hacerla feliz, cuando batallo en los juego del alfa al verla triunfar y sonreír fue algo que me impacto hasta el punto de querer congelar esa escena guardarla para siempre, ver como sonríe del mismo modo cuando mete un gol o cuando logra cualquier cosa he descubierto que me agrada y si no tiene algo quiero conseguirlo para ella, como esas estúpidas entradas para ver a ese chico cantar. Aunque tampoco quiero mimarla tanto y tampoco ella me dejaría mimarla pues ella es independiente y yo respeto eso, supongo que poco a poco me estoy convirtiendo en un padre, estoy aprendiendo a vivir como uno, ahora todas las palabras de Howard cobran sentido. Y así sea ir a ver a un niño cantar sobre que no puede superar a la chica que lo dejo solo pasar tiempo con mi hija eso hare y no me quejo. Quizás ante sus ojos yo sea un iceberg de hielo impenetrable, que no expresa ninguna emoción, me hace feliz por fin tener mi propia y pequeña familia, poder dejar un legado más allá de los edificios que he construido.

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