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Fue difícil, fue estúpidamente difícil; incluso puede decir que aún es difícil.
George Potter, el mellizo de James Potter, eran completamente diferentes, a pesar de ser mellizos ambos heredaron cosas muy distintas, James era igual que su padre, incluso utilizaba lentes igual que el; George era igual que su madre, muchos decían que hasta tenían la misma sonrisa.
Eran una de sus tantas diferencias, y aún así eran los mejores hermanos del mundo; cuando entraron a Hogwarts, James tuvo un "pequeño" problema con Severus Snape, la pelea comenzó cuando Snape mencionó que Slytherin, era la mejor casa; James y George vivieron rodeados de Gryffindor's, aún así a George no le importo el comentario pero a James sí.
Comenzaron una pelea, Sirius Black se unió a ella, George lo atribuía a qué Sirius detestaba todo aquello que lo hacía similar o igual a su familia, la casa Slytherin era una similitud que quería evitar a toda costa.
Lily Evans, salió en defensa de su amigo, era una hija de muggles, por lo tanto aquel mundo era nuevo para ella, incluso era nuevo para Snape; pero aún así Snape tenía completa confianza en la palabra de su madre.
Siguieron insistiendo por un rato, hasta que, George, harto de tanto griterío los calló.
-¡Basta! Para ya, James, se que Gryffindor es tu casa deseada pero deja en paz al chico, si quiere ser Slytherin, bien, y si tú no quieres también está bien... Además todos saben que Hufflepuff es mejor.
Y James se tiró está vez contra él, solamente que está vez de manera amigable; Snape y Lily se fueron, aunque la pelirroja le dedicó una sonrisa de agradecimiento a George.
En el camino se sumaron Remus Lupin y Peter Pettigrew. George se apartó un poco y miró por la ventana, de repente, una rana de chocolate impactó contra la ventana; parecía que alguien la había perdido.
Logró atraparla, estaba ligeramente "herida" pero aún servía; se la dió a Peter, quien no dudo en comerla.
La imágen de Severus Snape se le vino a la cabeza, su cabello azabache que le llegaba hasta los hombros, su ropa holgada, sus ojos negros que lo miraron con sorpresa cuando lo mando a callar y la mirada que le dió antes de salir del compartimiento con Lily detrás de él.
No era alguien agraciado, eso lo sabía, aún así no pudo evitar que la curiosidad lo invadiera, había algo en Snape que le llamaba la atención, y el descubriría el qué.
🌼
Quitó un mechón de cabello de la cara de Snape, el cual le dificultaba la visión; sus manos calidas impactaron contra el pálido rostro del Slytherin, quien miraba hacia abajo, apretando sus manos y tratando de impedir que las lágrimas salieran de sus ojos.
George simplemente suspiro, sabía que su hermano se llevaba terriblemente con Snape, también sabía que lo odiaba y obviamente sabía que el sentimiento era mutuo. Aún así deseaba...Soñaba que su hermano aunque sea, fuera educado con Snape, y también soñaba que Snape fuera educado con su hermano.
Alejó su cálido tacto del rostro de Severus, quien soltó un quejido en señal de inconformidad; George sonrió, dejando un pequeño beso en la mejilla del Slytherin; bajo la mirada y vio los libros de Severus regados por todo el piso, los recogió; aunque su mano chocó contra la de Snape cuando este trataba de recogerlos el mismo.
Agarró a Severus por la cintura, ayudándolo a subir; y fueron hasta la enfermería. George dejaba escapar suspiros cada cierto tiempo, y en cada uno de ellos Snape volteaba a verlo, quizás esperando que lo soltará y empujara sus libros contra su pecho para luego irse...Sí, algo muy específico pero era lo que inevitablemente estaba pensando.
Quizás James tenía razón, quizás George era demasiado para Snape. Trató de soltarse del fuerte agarre del Hufflepuff, pero este no le dejó, de hecho volteó a verlo confundido, suspirando al ver que su novio seguía tratando de soltarse de su agarré.
El impactó contra la pared tomo por sorpresa a Saverus, quien volteó a ver a su novio, novio que tenía cara de pocos amigos, novio que había dejado sus libros en el suelo y novio que presionaba su cuerpo contra el suyo.
-¿Ahora que te pasa? ¿Qué te está comiendo tanto la cabeza como para tratar de alejarte de mí?
Severus no respondió, demasiado absorto en los ojos de George.
-Fue James, ¿verdad?
-¿C-Cómo?
-Lo oía hablando con Sirius, dijo que tú nunca serías lo que necesitaba; claramente lo mandé a callar y que dejara de meterse en mi vida romántica... Imagino que no me hizo caso.
Snape bajo la cabeza, avergonzado por haberse dejado ganar por los tontos comentarios de James. George volvió a suspirar, ya no sabía cuántas veces lo había hecho, pero no quería volver a hacerlo por ese tema.
-Escúchame Saverus Snape; no importa quien lo diga, no importa si es el mismo Merlín el que lo dice, tu siempre serás suficiente para mí.
🌼
Suspiro, claro que iba a ser difícil, Severus, a pesar de los años se seguía llevando mal con James, así que cuando George se quedó a cargo del pequeño Harry, tuvo que suponer que Harry y Severus no se llevarían exactamente bien.
En ese momento estaban peleando, no habían llegado a los golpes, pues Severus no era capaz de tocar un niño y a Harry aún no le había pasado por la cabeza el golpear al Snape, pero cuando se le viniera a la cabeza sería el caos.
-¡Es mi tío!
-¡Es mi esposo, mocoso!
Sí, era imposible hacer que estuvieran en un mismo cuarto sin pelear, lo más lejos que había llegado George fue cuando estaban viendo una película, y fue porque Harry se quedó dormido y Severus no le prestaba real atención a la película; de hecho su entretenimiento era pasar su mano por el pecho de George y escuchar su respiración. M
ejor no hubiera preguntado quién quería ir con el al callejón Diagon.
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