14. Regulus Black

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Acarició el pecho de su novio, a pesar de que la única "luz" que entraba en aquel cuarto oscuro era la que la luna reflejaba, Regulus aún podía ver el rubio cabello de su novio; acostado en el pecho de Jasper, Regulus podía escuchar con total prec...

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Acarició el pecho de su novio, a pesar de que la única "luz" que entraba en aquel cuarto oscuro era la que la luna reflejaba, Regulus aún podía ver el rubio cabello de su novio; acostado en el pecho de Jasper, Regulus podía escuchar con total precisión los latidos de su corazón.

El suave masaje en su cadera lo hacía sentir avergonzado, ocultando su rostro en el cuello de Jasper, quien aún en la oscuridad se le podía apreciar una sonrisa.

Regulus saco tímidamente su rostro del cuello de Jasper, su mano paso de su pecho al cabello rubio del chico; retirando pequeños mechones que le caían en el rostro; la suave "luz" de la luna le daba la oportunidad de ver las pequeñas pecas que adornaba la cara de su novio; mismas pecas que también adornaban su espalda.

Dejó un pequeño beso en su mejilla y volvió a colocar su mano en su pecho, jugando por momentos con el collar que siempre traía puesto Jasper. La mano de Jasper jugo brevemente con los rizos de Regulus, para luego bajar a su pierna y hacer que la ponga encima de su cadera, "empujando" al Black para que estuviera más pegado a él.

Se besaron brevemente, para luego acomodarse un poco más y quedar cómodamente abrazados. La mano de Jasper seguía masajeando la cadera de Regulus, quien se dejaba acariciar. Se miraron durante unos segundos para luego apartar la mirada, sonriendo como los idiotas enamorados que eran.

Regulus se removió un poco, cerrando los ojos mientras una sonrisa de satisfacción pura se implantada en su rostro. Para Jasper, Regulus era la persona más hermosa del mundo.

Tan bello como el amanecer, tan misterioso como un gato, tan resplandeciente como las estrellas, tan peligroso como una serpiente.

Regulus era la droga de Jasper y Jasper era la droga de Regulus.

Jasper se removió un poco, luego un poco más hasta que finalmente tuvo a Regulus debajo de él.

-Tú eres sin duda, lo más hermoso que pudo haber creado este jodido mundo, Reggi.

Un beso en su mejilla, luego en la otra, ahora en su frente, luego en su nariz y finalmente en sus labios.

Los labios de ambos encajaban a la perfección, se movían en sincronía, con pasión, con amor.

Jasper bajo sus besos al cuello de Regulus, dejando un beso tras otro, volvió a subir para besarlo una vez más; las piernas de Regulus fueron separadas, permitiendo que Jasper se colocará entre ellas, las suaves palmas de Jasper pasaban tranquilamente por los pálidos muslos de Regulus.

Se miraron fijamente, para luego sonreír e impactar sus labios nuevamente, cambiaron de posición, Regulus estaba ahora arriba de Jasper, aunque eso no evitó que se siguieran besando. Se separón con un pequeño hilo de saliva conectadolos.

Regulus se fijó en el cuello de su novio, dónde un chupón se mostraba orgullosamente, sonrió acariciándolo brevemente, él lo puso ahí hace nada más unas horas.

Las manos de Jasper acariciaron con suavidad la espalda de Regulus, se dieron un pequeño besó y el Black se volvió a acostar en el descubierto pecho de Jasper.

Los latidos de su corazón volvieron a tranquilizar a Reggi, a pesar de que ahora eran muchos más rápidos, aunque no había mucha diferencia, a Jasper siempre le latía de esa manera el corazón, rápido, con potencia; y aún así estos siempre lograban calmar el estrés de Regulus.

-Te amo Jas.

-Y yo a tí, Reggi.

La respiración de ambos se volvieron una sola, esa linda noche donde ambos pasaron horas siendo una mismo, primero de forma pasional y luego de manera nocturna.

El oido de Regulus nunca se apartó del corazón de Jasper y las manos de Jasper nunca dejaron de abrazar a Regulus.

Fue el amor más puro que la familia Black tuvo en generaciones, un amor verdadero, un amor dónde había cariño mutuo, un amor dónde no importaban las diferencias, simplemente eran ellos dos.

No importa si Jasper estaba de parte del ejército de Dumbledore y Regulus era un mortífago; no importa si Jasper era parte de una familia traidora a la sangre y Regulus formaba parte de la familia más conservadora.

Incluso no importa la muerte, estaban más que dispuesto a enfrentarla; su pequeña hija, Helly Black, su tesoro más hermoso los iba a recordar con amor.

Esa noche, la última noche de Regulus en esa cama, la última noche donde los dedos de Jasper hicieron pequeños rizos en el cabello de Regulus; esa última noche donde Regulus pudo escuchar el corazón de Jasper, su última noche...Y ellos no lo sabían.

La muerte de Regulus tomo por sorpresa a Jasper, su pequeña Helly no lograba comprender nada, la pequeña podía notar el aire apagado de su padre, pero no sabía si estaba triste, el nunca lloraba enfrente suyo.

Lo había visto llorar, pero fue cuando iba a estar en su despacho, abrió levemente la puerta y desde ese pequeño agujero, con su osito en mano, aquel que Helly nunca soltaba, la pequeña vio a Jasper llorando, sosteniendo entre sus manos la foto de su padre Regulus. Helly nunca lo volvió a ver tan roto como ese día.

Un año, un maldito año después, la pequeña Helly de ocho años, atraves de unos hombres que ella no lograba identificar se enteró de la muerte de su padre; los hombres me dieron las condolencias pero ella no sabía que era eso, simplemente se hizo bollito en el suelo y se lanzó a llorar, abrazando con todas sus fuerzas a su osito.

El entierro fue doloroso, los pocos amigos vivos que quedaban de Jasper, miraron a la pequeña con lástima, no fue la única que perdió a su familia pero eso no quitaba el dolor; la abuela Kay, la madre de Jasper, cuido a Helly por el restó de su infancia y adolescencia.

Kay le contaba muchas anécdotas de su padre Jasper, y cada vez que Helly se sentía sola miraba en aquella foto de sus padres que adornaba su mesita de noche.

Amaba a sus padres, incluso si solamente fueron ocho años junto con ellos, incluso si solamente recordaba los últimos dos años, no importaba, Helly los amaba igual, incluso si solamente eran sus padres adoptivos, ellos la amaron y eso era lo único que realmente importaba.

Que ellos se amaron y le compartieron de ese mismo amor, de su amor.

Que ellos se amaron y le compartieron de ese mismo amor, de su amor

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𝙾𝚗𝚎 𝚜𝚑𝚘𝚝𝚜 𝙷𝚊𝚛𝚛𝚢 𝙿𝚘𝚝𝚝𝚎𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora