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Miraron el lugar con atención, el pequeño bar al que Mattheo le había puesto el ojo después de que la señora Malfoy se fuera y los dejara solos.
Su atención se fue de inmediato a él pequeño escenario, el cual de momento lo tapaba un telón vinotinto, pero se podía ver ligeramente el interior, dónde había una batería plateada.
Al lado del escenario había una cartelera, anuncios de poca importancia, mayormente eran rebajas de bebidas, normas del establecimiento y una que otra información de poca relevancia; pero sin duda la que destacaba esa noche era la de una banda, "THE KISS".
Un nombre bastante peculiar, pero sin duda fue el único motivó que tuvieron para pedir un trago, sentarse en una de las tantas mesas que estaban en frente del escenario y esperar.
La presentación era a las nueve y media, según el reloj de Blaise eran las nueve, así que esperar media hora no hacía daño; a los diez minutos, una chica, de pelo rubio y aretes de rábano se sentó en la mesa de al lado, la reconocieron al instante y ellas igualmente los reconoció.
Luna Lovegood, perteneciente a la casa ravenclaw, un año menor que ellos y mejor amiga de su novio, Luke Rossi.
Novio que por cierto no habían visto en todo el verano; se escribían y todo eso, pero el verano ya se estaba acabando y no lo habían visto ni una sola vez desde que este empezó.
Luna los saludo, sonriendoles de oreja a oreja, pero sin acercarse a ellos; le devolvieron el gestó y se volvieron a enfrascar en su conversación.
Tom movía sus dedos sobre la mesa, tocandola una y otra vez con la punta de sus uñas. Era su manera de aclarar que no estaba incómodo con la conversación, pero que no le interesaba unirse a ella de manera directa.
Aunque los demás podían notar como arrugaba su nariz cada cierto tiempo, especialmente cuando veía el cartel de los "THE KISS", como si tratara de encontrar algo detrás de él.
Enzo, con su característico ánimo, veía todo a su alrededor, tratando de memorizar cada pequeño detalle, pasaba sus manos sobre la mesa, sintiendo como la brusca madera accionaba cierta conformidad con sus manos.
Finalmente llegó la hora, Luna, que antes estaba sola en una mesa, estaba ahora con cinco chicas más; y las otras mesas que antes estaban vacías ahora estaban a topé, parecía ser que a la gente le interesaba esa banda, o solamente les pareció una linda noche para tomar algo y ver un show.
Luna, con una cámara muggle comenzó a grabar, los collares que estaban esparcidos por todo su pecho se movieron al compás de sus suaves movimientos; su pierna comenzó a moverse de arriba a abajo, golpeando el suelo una y otra vez de manera rítmica.
El telón se abrió, dejando ver una figura larga, llena de cuevas, piel clara y ropa oscura; una chica para ser más específicos. Su cabello castaño, ondulado le llegaba hasta la cintura; su chaqueta vinotinto se hacia destacar encima de su camisa y falda negra, aunque sus piernas, con unas mallas y unas botas negras que la hacían lucir el doble de alta no se quedaban atrás.
