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Fuertes pasos que fueron disminuyendo en cuanto más se acercaba, sus labios, que siempre tenían la sonrisa más linda del mundo ahora estaban curvados en una mueca, sus ojos fríos, ya no estaba aquel brillo que los caracterizaba.
Y todo por culpa de aquella Gryffindor, que se había acercado a su novio cuando se distrajo un momento, y ahora estaban hablando como si se conocieran de toda la vida.
Y no tenía problemas con que su lindo novio tuviera amigas, pero no había tenido agradables conversaciones con esa chica; la chica era...Lanzada, creía que todo ser humano (especialmente los hombres) debía amarla apenas la viera, era la típica niña que no podía entender que mínimo a una persona le caería mal, y o sorpresa, le caía mal a medio colegio, incluso en su propia casa le tenían cierto "odio".
Astoria aún recuerda su última conversación, la chica sabía de la enemistad de Gryffindor y Slytherin, así que se había acercado a ella para demostrar lo "contrario", pero digamos que no se acercó a la persona correcta. Astoria estaba rodeado de toda clase de protectores, quienes de distintas direcciones miraron lo ocurrido.
La chica se sentó a su lado, como si la conociera desde antes de que naciera; le tocó el brazo de manera "amistosa" y casi que le quita un piojo para ponérselo encima.
Astoria sonrió incómoda, sacó su brazo y se alejó un poco, la chica obviamente lo notó, y su sonrisa amable fue cambiada por una mueca. La chica se veía que estaba apunto de asesinar a alguien, Blaise lo notó, así que se paró de su asiento, que estaba justamente detrás de Astoria.
La chica se acercó un poco a Astoria, dejando sus labios muy cerca de su oído, y tapando con su mano para que Blaise no pudiera leer lo que estaba diciéndole.
-"Te quitaré todo aquello que te hace alguien, Greengrass".
Así, con esas últimas palabras y una mirada de superioridad que le dejó"náuseas".
Ahora esa misma chica, esa misma chica que la había amenazado estaba hablando con su novio, tocando su brazo y acercándose con demasiada confianza, no le importaba si el chico se alejaba, ella volvía a acercarse, dándole igual la cara de incomodidad que tenía.
Ethan la miro llegar y se levantó con rapidez, acercándose a ella en un intento desesperado de alejarse de la fastidiosa chica; chica que se calló de la silla ante el brusco movimiento del Slytherin.
Astoria la fulminó con la mirada, aquella tierna chica que daba menos miedo que un niño de primer año, ahora daba más miedo que Tom.
Ethan pasó sus manos por las caderas de la chica, acercándola a su cuerpo y dejando tiernos besos en sus cachetes. Astoria se dejó amar, aunque aún mirando con odio a la chica que ahora, la veía con miedo.
Hizo un movimiento brusco y consumida por el miedo, la Gryffindor salió corriendo; agitando los brazos con desespero, Astoria no pudo evitar pensar que era la cosa más patética del mundo.
Los besos de Ethan fueron bajando a su cuello, haciendo que suspiré; dejó un pequeño beso en sus labios y luego ocultó su rostro en su cuello.
Astoria sonrió, no pudo evitar pensar que era la cosa más tierna del mundo; Ethan era demasiado tierno, incluso para ella.
No iba a permitir que una chica tan corriente como esa Gryffindor se acercará si quiera un centímetro a su Ethan; ese acercamiento fue culpa de su despiste, pero de ahora en adelante ya no lo iba a perder de vista.
Dejó pequeños masajes en su cabeza, sonriendo por la cara de satisfacción de su novio; arregló su cabello y luego dejo un corto besó en la mejilla del chico.
Ethan la miró, con esos ojos negros que la hacían sentir diminuta a su lado, bueno, que la hacía sentir más diminuta; ella era pequeña, uno sesenta y cuatro, y Ethan medía unos pequeños uno ochenta y tres.
Así que si antes era pequeña, ahora era diminuta.
-Eres muy linda Tori, la chica más linda del universo.
Sonrió, sin duda había conseguido al mejor novio del mundo.
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