Capitulo 8

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¡Dile no a la Abstinencia! +18

Arianna.

Después, de que el psiquiatra se fuera, el deseo entre nosotros, aumenta.

- Quiero arrancarte la ropa gatito

- Quítamela.

Me voy sobre él y arranco su camisa del pijama, los botones vuelan, nos reímos, me voy sobre el pero de inmediato me tira al sofá, se pega a mi zona íntima y lo veo sufrir.

- ¿Qué tienes mi amor?

- No puedo Ari.

- Poco a poco gatito.

- Si mi reina, poco a poco.

Me besa, el resto de la tarde le cuento lo de la empresa, el me mira orgulloso, solo somos miradas, cómplices, agarradas de mano, abrazos, besos en el cuello, me pega a su cuerpo.

- No sé qué paso en estos meses, pero odio el hecho de que los niños van creciendo sin mí.

- Mi amor, los vas a disfrutar más, tengo planeado no salir de casa hasta enero, te enseñare sus rutinas y demás, pero bueno ahorita Héctor y Ludovica, son los únicos que toman tete y comida, duermen sus seis horas completas, Alondra, come tete y papilla, va a su ritmo, aun se despierta cada cuatro horas, el doctor habla de cierto espectro que aún no pueden descifrar.

- ¿Autismo?

- No están seguros, por que la niña aun no llega al año, papa dice que eso es falso que cada niño tiene su tiempo, que no por ser trillizas van a la par que además apenas tienen seis meses, que Ludovica es así por acto reflejo.

- Es que Ludovica es muy rebelde para su edad.

- Demasiado, mi amor, bueno Ángela, no se sienta, no gatea, solo hasta hace unos días empezó a mover las manos, es como si te estuviera esperando, el pediatra dice que fue el shock del secuestro, es la única que ni balbucea.

- Mi pequeña con razón esta flojita.

- Pero su papi la enseñara.

- Claro que sí, yo la enseñare.

Me acurruco en su pecho, el me abraza, vemos una película en la pc hasta quedar rendidos, nos despiertan las enfermeras para pasar tratamiento, llega la mañana, hacemos lo mismo, nos duchamos, somos felices, juntos, el psiquiatra llega pero esta vez me pide salir, lo hago de mala gana.

Raphael.

Ari sale de la habitación y el psiquiatra y yo nos quedamos, me mira nervioso.

- ¿Pasa algo?

No soporto tenerla encima, me vienen recuerdos nublados, pero siento miedo de ellos.

- A ver hay partes que estás bloqueando y una de ellas es el hecho de que fuiste secuestrado violado, pero lo más importante es que protegiste a tu hija.

- Yo solo recuerdo la pequeña zanahoria llorar y era porque yo la pellizcaba.

- Exacto pero por miedo a que te siguieran violando.

- No fue una vez fueron dos fueron días en los cuales esa mujer se te montaba encima y te obligaba a penetrarla eso no se olvida fácil y por más en que tu mente lo haya bloqueado siempre van a haber recuerdos fugaces de esa situación y lo mejor que podemos hacer en este caso, es hablarlo yo te daré las herramientas para superarlo, pero tú debes hablar con tu esposa.

Solo Nosotros |Libro #2l Bilogia: DESTINO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora