Curitas para el amor

El Club de los Corazones Solitarios.

Lionel escuchó la alarma del teléfono y aun un poco dormido la apagó, abrió los ojos y se quedó un momento mirando el techo. Estaba devastado. Estiró la mano en la cama de dos plazas y corroboro, como lo hacía siempre desde hacía dos meses, que estaba solo y toda la casa le quedaba enorme.

El mazazo fue tan fuerte que todavía no se había recuperado, y lo que debía ser una felicidad para él, como el levantarse a la mañana para ir al predio afa, era un sacrificio enorme, le pesaba la tristeza. Leonor lo había destrozado, pero él se sentía culpable, o eso le dijo ella antes de irse.

"'Di todo de mí, estuve a tu lado todo el tiempo, mientras vos estabas ocupado en otras cosas, yo sufría cada pérdida sola" su voz enojada y harta, en un tono español inconfundible, rebotaba en la cabeza de Lionel todo el tiempo.

Podía entenderla y ponerse en sus zapatos. Trató siempre de hacer lo mejor y de mantener a flote una relación que ya daba indicios de una muerte segura, ni Tadeo con toda su inocencia y todo lo que significaba su llegada, pudo salvar un amor que se transformó en hastío.

En la cocina se apoyó en la mesada y miró por la ventana. Luego recorrió con su mirada el living comedor. "Ándate de ahí flaco, esa casa te hace mal" le dijo una vez el Ratón al verlo cabizbajo en un entrenamiento.

Cuando llegó al predio, tanto Walter como Fabian ya lo esperaban en la oficina con el mate y los bizcochitos, al verlo llegar se miraron, estaban realmente preocupados por su amigo, jamás lo habían visto tan abatido. Lionel los miró y fingió una sonrisa:

-buenos días muchachos- les dijo frotándose las manos- bueno, tenemos un par de amistosos por delante, ¿lo llamaste a Manna? - le dijo a Walter que lo miraba con ganas de sacudirlo para sacarle todo eso que le hacía mal

-sí, estaba analizando los videos de Costa de Marfil- Lionel meneo la cabeza:

- son bravos los tipos esos, son de ir mucho al choque y son grandotes- su voz sonó preocupada.

-bueno, pero lo tenemos al Cuti y Otamendi que son unos bestias- dijo Fabian mirando la planilla que tenía en la mesa.

Se hizo una pausa en la que Lionel se puso a pensar en la lista de jugadores, pero no podía concentrarse, no tenía ganas de estar ahí fingiendo que se sentía bien, pero el trabajo era primero y era lo que le gustaba.

-estuve pensando en lo que me dijiste Ratón- Fabian lo miro con los ojos grandes- y tenés razón. Esa casa me hace mal porque la compre pensando en que íbamos a vivir los tres ahí, y que pronto Tadeo tendría un hermano o hermana- se frenó y trago las lágrimas: - creo que era el único que tenía una visión de futuro- los miró y volvió a sonreír- cuando terminemos, ¿me ayudan a ir a ver departamentos?- los dos asintieron, acompañarán a su amigo hasta el fin del mundo, y en este momento más todavía.

Por otro lado, Pablo despertó después de una noche compartida, se restregó los ojos y se sentó en la cama. Se puso de pie y acomodó un poco las sábanas: " hola, buen día amor" pensó para sus adentros: "¿unos mates?" Se volvió a sentar en la cama y se puso el jogging, agarró el diario y fue a la cocina,escucho a Lorena entrar al departamento:

-Buenos días, ¿otra noche loca?, ¿cómo se llamaba?, ¿era ella o él? -Se paró en la puerta de la cocina con un paquete de facturas, Pablo no contestaba, miraba su taza de café:

- me da igual, si al final se van todos- le dijo sin mirarla.

- uff, nos levantamos bajoneados hoy, ¿el domingo te pego mal? - Pablo dejó el diario sobre la mesa molesto, Lorena se dio cuenta que lo que ella había dicho no le había gustado -perdón- le dijo ofreciéndole las facturas en son de paz.

- ¿Hay vigilantes? - preguntó él abriendo el paquete, ella asintió. Pablo vio una foto de Lionel en el diario donde hablaban de los próximos amistosos de la selección, movió la cabeza como gesto de aprobación: - al nuevo dt lo deben haber elegido por lindo- Lorena río- pero mira, tiene una cara de triste el flaco- le paso el diario: