Rasguña las piedras hasta mí.

75 11 0
                                    


El martes era la noche del fulbito, hacia una semana que Pablo solo se comunicaba con Leonel para saber cómo estaba Tadeo y cuando el dt quería preguntarle como estaba, el cordobés contestaba un cortante y frio "bien". Los dos estaban lastimados y los dos tenían razón. De tanto en tanto Scaloni miraba el teléfono para ver si Aimar iba a ir aquella noche con ellos, pero nada.


El cuerpo técnico había planeado después del picadito ir a comer un asado a lo de Ayala porque se iban a Estados Unidos por mas de un mes. Y lo único que pensaba Lionel es que no quería irse peleado con Pablo, necesitaba resolverlo, pero no se animaba a ir al consultorio o a su departamento a hablar con él.


Pablo extrañaba horrores a Lionel, pero era demasiado orgulloso para decirlo o demostrarlo, y el no iba a dar el brazo a torcer. Leía los mensajes en el grupo de los martes, y se moría por poner que iría, pero eso significaba verlo a él y bajar la guardia, y volver a morir de amor, aunque estuviera enojado. Hasta que leyó uno de los mensajes de Walter: "como voy a extrañar estos fulbitos." Y no pudo evitar preguntar:


"¿Por qué? ¿te vas?" a lo cual recibió una carita muerta de risa por parte de Fabian:


"Pablo, vienen unos amistosos y después la Copa América, nos vamos como un mes a Estados Unidos" cuando leyó el mensaje de Fabian le dio un vacío en el estómago. ¿Cómo un mes sin Lionel? No, no se podía ir así, pensando que lo había perdido.


"bueno, yo pongo la carne para el asado, espérenme." Les contestó. No sabia como, pero tenia que hablar con el dt. Así que apenas termino su horario de trabajo, fue a buscar su equipo para ir a la canchita. Cerró el consultorio pensando en todas las maneras posibles de hablar con Lionel, repaso las mil maneras de pedir perdón que conocía. Incluso en la camioneta de camino al departamento ensayó unas cuantas, sintiéndose mas estúpido con cada una de ellas. Le parecían cursis y trilladas.


Cuando llegó al departamento su teléfono sonó, al verlo era una llamada de Samuel, atendió un poco confundido:


"Che, Aimar. ¿Lionel esta con vos?" le preguntó Walter con un tono preocupado:


"No, ¿Por qué?" respondió Aimar con un nudo en el estómago:


"Lo estamos llamando y nos da apagado el teléfono" al escuchar esto último, ya el nudo en el estomago se transformo en una descompostura de los nervios.


"¿Fue al entrenamiento hoy?" le preguntó:


"si, y estuvo un poco callado. Cuando se fue nos dijo que se iba a buscar el bolso para el picadito, pero no apareció más" le contó Samuel del otro lado del teléfono.


"bueno, voy a la casa, capaz que se quedó dormido" eso ultimo que dijo el pediatra fue mas para calmarse a él mismo que al ayudante de campo: "nos encontramos en la canchita" se despidió de Walter y salió corriendo, llamó a Scaloni, pero la voz femenina y mecánica le respondía lo mismo: "el numero que esta llamando esta apagado o fuera del área de cobertura" tenía terror por lo que podían encontrar en la casa del dt.

Curitas para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora