Fünf

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—¡salgamos de aquí!— me dijo mientras me estrujaba mis pobres brazos

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—¡salgamos de aquí!— me dijo mientras me estrujaba mis pobres brazos.

—ay Tom, diviértete un poquito y deja de ser gruñón.

—estas ebrio... Vámonos.

—estoy bien... Solo bailo con Marc.

Su agarré se intensificó y se acercó a mi oído.

—crees que te dejare aquí con éste.

—no eres mi padre... Además Marc es muy bueno bailando.

—y en otras cosas también, cariño— exclamó con una sonrisa socarrona en su rostro y yo le correspondí con una risa escandalosa sus manos fueron de nuevo a mi cintura mientras me apegaba a su cuerpo, no importando que un Tom totalmente irritable estaba presenciando nuestro coqueteo, su rostro se acercó al mío en un intento de besarme pero el jalón de mi brazo me hizo separarme de él completamente dejandolo en la mitad de la pista.

~Estaba ebrio, confundido y muy enojado~

—subete al maldito auto... ¡Ya!— la voz demandante de Tom me hizo erizar mi piel y a la vez tener un erección abajo de mis pantalones.

—¡no! Estoy con Marc— pronuncie cómo pude, el alcohol estaba haciendo efecto en mi.

—¿quieres que llame a tu padre, mocoso?

—has lo que quieras.

Intenté regresar al bar, pero un tropezón me dejó en los brazos de Marc que veía toda nuestra discusión, rodeé mis brazos en su cuello para sostenerme de el, pero nuevamente fuimos separados, la mirada de Marc era de irá pura pero no enfrentaba a Tom tal vez lo conocía y sabía lo intimidante que es, y más esa noche estaba fuera de si, Marc solo dió medio vuelta y entro de nuevo... mientras yo me intentaba zafarme pero no pude hacerlo.

—ya Tom déjame, se porqué estás aquí y no, no te vendere mi culo así que busca otra entretención... Hay muchos chicos que mueren por estar contigo alguno de ellos puede que sea virgen y a mi déjame paz.

—solo a ti deseó.

—eres un imbécil.

—ya está bueno de espectáculos, yo lo llevo Tom— Geo apareció y me tomó de mi cintura para apartarme.

—¿Si? ¿en cuál auto vinieron?— Pregunta

—llamare un taxi—

—suban los dos al puto auto—

Así hicimos, ya estaba tan cansado de discutir lo mismo y el dolor de cabeza se hizo presente para volver la situación más insoportable de lo que ya era, no recordé nada más solo cuando la luz del sol entró en mi habitación, me removí en mi cama sintiéndola diferente más grande tantee un poco con la mano a mi lado y me tope con un cuerpo, mis ojos se abrieron de la impresión, baje la sábana de mi rostro para observar el cuerpo y allí estaba Tom a centímetros de mi, con su mano en mi estómago que no había sentido pero allí estaba apretando un poco mis costillas haciendo que la corriente baje a mi entrepierna, quité con suavidad su mano y me levanté viendo que estábamos en mi casa y no en la de mi padre, afortunadamente tenía mi ropa puesta señal que no había pasado nada, baje encontrando a Cristina mi ayudante en la cocina.

—buen día Cristina, ¿que haces aquí?—

Ella solo venía a mi casa para arreglar un poco, pero no sé metía a la cocina, pues nadie la habitaba. Aún

—El señor Tom me llamó anoche para qué hoy viniera hacerle el desayuno.

—ok... ¿Hiciste café?- asintió mientras buscaba una taza y me la tendía.

—¿mi padre no ha venido o llamado?

—no, yo le informé que ustedes se iban a quedar aquí.

—gracias.

La primera noche que Tom y yo dormimos en la misma cama y no me acuerdo de nada, definitivamente dejaría el trago a un lado al menos con la cerveza puedo recordar algo, quería saber cómo era dormir entre esos brazos.

Con ese lío mental me dispuse a ir a la casa de mi padre. Nuestras casas estaban unidas por la piscina, la de mi padre era la más grande y la mía y la de Tom eran iguales en tamaño, la mía estaba ya amoblada pero la de el no, ni siquiera color tenía tal vez por eso no la usaba pero yo sentía que había algo más.

Salí rápido para la agencia, una presentación se acercaba dónde cantaría dos canciones y Biersack también lo haría. Era la gran fiesta anual de la agencia dónde todos los trabajadores asistían y también muchos amigos de papá, que eran productores o se movían por esa área, estaba emocionado por cantar y que alguna discografica me diera la oportunidad.

Geo me mostró todos los outfits que me pondría esa noche y ahora nos dirijiamos por un arreglo de mis rastras en el salón de Andréas.

Geo iba muy callado manejando mi auto, desde que llegué lo noté tenso como si quisiera preguntar algo y no sabía cómo comenzar entonces decidí romper ese silencio incómodo.

—¿por que tan callado?— pregunté sin apartar mi vista de una revista que veía

—¿eh? Por nada, solo conduzco.

—no me acuerdo de nada de lo que pasó ayer.

—¿Del espectáculo que daban en plena calle?

—¡no!... ¿Que espectáculo?

—Tom y Tu hablaban, no mejor dicho gritaban que tú no le ibas a vender tu... Tu trasero virgen— lo dijo en un susurro

¡Rayos! Había dicho eso y aún peor Geo lo escuchó, ahora sí quería que la tierra me tragara.

—¿es cierto? ¿El.. te quiere comprar?—

Así como lo decía se escuchaba horrible pero era la verdad el quería comprarme.

—si— admití —el está obsesionado conmigo y me ha ofrecido de todo, hasta dinero por mi y yo lo he rechazado pero ya raya de lo absurdo porque a veces siento que me acosa.

—¿te gusta Tom?

Esa pregunta la misma que me hacía hace años, no podía negar que es atractivo y que fantaseaba dormir y estar en sus brazos, pero que el me guste aún no lo sabía pero de todos le contesté lo que en su momento sentía.

—no

—¿quieres que deje de insistir?

—obvio Geo.. si mi padre se entera.

—bueno, solo le dirás lo siguiente la próxima vez que te lo proponga.. ok—

Yo solo asentí esperando la información que para bien o para mal me iba a sacar del problema al menos unos cuantos días.

𝑻𝒓𝒆𝒔 𝑪𝒐𝒔𝒂𝒔 𝑻𝒆 𝑷𝒊𝒅𝒐  [TwcNr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora