—¿Así que están saliendo?
—No, no estamos saliendo. Solo...
—Confirmado, están saliendo —afirma Venti con un brillo de emoción palpitando en sus ojos.
—¡Dije que no! —exclamó sonrojado.
—Tu cara no dice lo mismo —carcajeó Heizou.
—¿Se besaron? —preguntó Kazuha, al parecer comenzando a interesarse en los asuntos privados de su amigo.
—Sí, nos besamos, ¿Y qué? —frunció el ceño—. ¿Por qué les interesa tanto mi vida personal?
—Aquí nunca pasa nada interesante. Su romance es como la novela de nuestra tarde —aclara el albino con una sonrisa.
"Romance", una palabra común pero que alteró el corazón del rubio de sobremanera.
—Por cierto, Aether, el jefe nos dijo que quería hablar contigo —anunció Heizou.
—¿El jefe? —hizo una mueca de confusión— ¿Les dijo de qué?
El pelirrojo negó.
—Solo nos dijo que era importante.
«¿Se habrá enterado lo mío con Xiao?» se preguntó Aether. Tragó grueso esperando que no sea el caso.
—Iré a ver qué quiere —dijo y con prisa se retiró de ahí.
Con el corazón atorado en la garganta, fue a la oficina de su jefe: Baizhu. Los pensamientos intrusivos se apoderaron de su mente haciéndole pensar y sacar millones de conclusiones erróneas sobre lo que podría querer.
¿Estará en problemas? No lo sabe. Quizá cometió algún error en sus investigaciones... tampoco lo sabe.
Solo espera que no se haya enterado sobre su supuesta relación con el proyecto Nro. #4001.
Llega a su oficina y alza la mano hasta la altura de la puerta de madera. Con su pulso temblando, da esos tres golpes que incitan el "pase" del otro lado de la puerta.
—Oh, Aether. Te estaba esperando —entrecruza sus dedos sobre su escritorio y lo recibe con una amable sonrisa.
—¿Me buscaba? —entró y cerró la puerta detrás suyo. Aether tragó grueso con cada paso que dio para quedar frente suyo.
—Sí. Toma asiento, por favor —señaló a una del par de sillas en frente de su escritorio.
Aether obedeció sin decir nada y se sentó donde el hombre indicó. Apretó sus puños sobre sus piernas mordiendo sus labios con nerviosismo, esperando a que su superior continúe la conversación.
—La semana que viene, se instalará un chico nuevo en la organización y como tú tienes más experiencia trabajando aquí, quería pedirte que te encargues de guiarlo.
—¿Un chico nuevo? —Baizhu asiente— ¿Y qué tengo que hacer?
—Solo tienes que encargarte de que sepa las normas del lugar y lo que tiene que hacer. Toma —rebuscó entre las cosas de sus cajones y de ahí sacó una carpeta fina de color negro con algunos pocos papeles dentro—, este es su currículum. Es un chico de 24 años que se graduó con el mejor promedio de una de las mejores universidades de china.
Aether tomó la carpeta y observó meticulosamente los datos del chico en ella.
—Es su primera vez trabajando en una organización como esta y tú qué tienes más experiencia, quería pedirte que te encargues personalmente de él. Además —Aether desprendió la mirada de esos papeles y subió a mirarlo—, solo confío en ti para encargarte de él —curvó sus labios en una sonrisa.