#025

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—Aether.

—Mh.

—Tenemos que hablar —el rubio dejó de ver al azabache para voltear a ella, que hablaba sentada desde el sofá individual—, tenemos un tema pendiente, ¿Te acuerdas?

El de trenza no dice nada y mantuvo la mirada gacha. Estuvo todo este tiempo ocupándose de Xiao que desatendió por completo a su hermana.

—¿Podemos hablarlo en otro momento? —volvió su vista al azabache.

—No podemos —ella se acercó y se sentó a su lado, en el suelo—. Aether, tú sabes que tengo una vida muy ocupada. Me costó y me tomé un tiempo para venir a visitarte y que podamos hablar pero, apenas lo hicimos desde que llegué.

Aether apretó sus labios, sabía que tenía razón.

—Está bien —él se gira a ella y se cruza de piernas, apretando sus manos arriba de las mismas.

La joven esboza una pequeña sonrisa que desaparece al instante.

—Esto ya te lo dije antes y te lo vuelvo a decir —junta sus manos a modo de disculpa—: estoy arrepentida, y de verdad lamento estar tan ausente.

—¿Por qué te fuiste?

—Tú sabes que mi sueño siempre fue ser Idol, y para alcanzarlo tenía que viajar.

—¿Por siete años?

—Está bien, me dejé llevar —resopla—. En mi debut, me atarearon de trabajo y me presionaron para componer nuevas canciones.

—¿En estos años no tuviste ni un minuto para responder mis mensajes? —frunce el ceño.

—No, yo... —hace una pausa—, lo siento. Para mí, tú siempre fuiste alguien inteligente y incluso te iba mejor en la escuela que a mí, hasta que cierto punto, llegué a tenerte envidia —su voz era más leve por cada palabra mencionada.

—¿Envidia? —él arquea una ceja, sin comprender.

Para él, siempre fue al revés; él siempre le tuvo envidia a su hermana por ser la alegría en ese colegio, la luz que destella en los lugares más oscuros. Todos querían ser sus amigos y la adoraban, incluso sus padres, mientras él era el marginado de buenas notas del salón, donde tenía que hacer la tareas de otros para evitar ser golpeado.

Lumine no es consciente de todo por lo que pasó su hermano, y Aether tampoco piensa decírselo.

—Sí —ella afirma—, tú tenías un futuro asegurado, mientras yo tuve que elegir la vida fácil, aferrándome a un sueño que ni sabía si podría cumplirse.

Aether no objeta nada, no tiene nada para decir; no se esperaba esas palabras.

—Creí que comprenderías y el hecho de que yo me vaya, no te iba a afectar en nada.

—Eso no es verdad —se arma de valor y la mira, aún si se parte a pedazos—. Te estuve esperando todo este tiempo, incluso llegué a pensar que no te importé.

—Eres mi hermano, claro que me importas —sonríe tenue, tratando de no llorar por la idea que su hermano tenía sobre ella todo este tiempo.

—¿Entonces por qué no viniste antes?

—Pensé en hacerlo pero creí que no querías verme —mordisquea su labio—. Después de la muerte de mamá, creí que estabas enojado conmigo por no aparecer.

—¿Por qué no apareciste?

—Ese día, estuve de gira en Inazuma. El viaje de Inazuma a Mondstadt duraba casi tres días y no iba a llegar a tiempo.

𝙴𝚇𝙿𝙴𝚁𝙸𝙼𝙴𝙽𝚃𝙾 #𝟺𝟶𝟶𝟷 || 𝒳𝒾𝒶𝑜𝒜𝑒𝓉𝒽𝑒𝓇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora