✧♪♬ Jungkook tiene una extraña forma de desmostrar su amor por Yoon Ji Ah, quien más de una vez le ha hecho ver que ella siempre lo vera como un buen amigo.
Jungkook no acepta el rechazo de Ji Ah, así que esta dispuesto a todo con tal de tenerla y p...
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Jeon Jungkook.
Bien, quizá si que me había pasado un poco con el sermón que acababa de aventarle a Ji Ah pero estaba más que harto de que siempre tratara de sentirse menos por cualquier e insignificante cosa. Sus celos no me molestaban, de hecho adoraba saber que se ponía celosa por mi, por muy enfermo que eso sonara, me hacía sentir más amado de lo normal.
Y por otro lado estaba la bocazas de Ji Woo, que no se había podido quedar callada más de dos segundos cuando mi novia llego a nuestra conversación, haciéndola quedar mal, y lo peor de todo recalcando mi pequeño desliz con ella hace más de dos años. Pero me había jurado que no dejaría que nada y mucho menos nadie, me separara de mi Ji Ah, así que si esa loca era un obstáculo para que mi chica y yo estuviéramos bien, me desharía de ella tal y como lo hice de las otras pequeñas circunstancias que me impedían estar con ella.
Escribí un mensaje a Namjoon diciéndole que se encargara de despedirla mañana mismo, ya después yo me encargaría de refundirla un par de metros bajo tierra para que no se acercara a mi y mucho menos a mi mujer.
Con un suspiro e inflando mis mofletes, me deje caer sobre el sofa frío e incomodo, la verdad es que no quería regresar a la habitación en estos momentos sabiendo que acababa de discutir con Ji Ah por una idiotez. Aun estaba un poco molesto por todo lo que acababa de decirle y ella a mi, pero todo aquello se esfumo cuando escuche sus fuertes sollozos, tratando de ser callados por una almohada que seguramente acababa de ponerse en el rostro para no ser tan ruidosa.
Perdóname, por hacerte sufrir tanto cariño, pero es la única manera de que estes junto a mi.
No supe en que momento me quede dormido, pero los pocos rayos de sol que entraban por el ventanal de la sala, me indicaron que ya era de día, así observando la pantalla de mi celular me di cuenta de que apenas daban las siete de la mañana y siendo domingo probablemente Ji Ah estaría dormida aun.
Así que me levanté sigilosamente y entre a la habitación sin hacer ruido, me duche de forma rápida y me vesti con esos conjuntos de Calvin Klein que tanto amaba. Al salir me encontré con Ji Ah aun dormida sobre nuestra cama, tenía enormes bolsas rodeándole los ojos, su cabello estaba a medio regar por su rostro y a duras penas se había colocado una de mis camisetas para dormir enredada en las sabanas de la cama, mientras abrazaba aferrada mi almohada.
No iba a negar que quizás aquello era la imagen mas tierna que jamás hubiera visto, pero esa parte de mi seguía molesto con ella.
Salí de apartamento en mi auto y me dirigí a la mansión, en donde Namjoon y Taehyung hyung se encontraban esperándome, pero al parecer el mayor de sus hermanos no. Debía admitir que en esta casa se respiraba una soledad enorme desde que me había mudado, aunque no es como si siempre hubiese estado llena de vida; cuando yo vivía aquí, me la pasaba dentro del estudio o en mi habitación y mi padre rara vez se quedaba por más de dos semanas luego de volver de sus viajes tan constantes así que el hecho de que ahora solo se usara para nuestras juntas, casa de seguridad o el lugar a donde alguno de nosotros cuatro quería esconderse del mundo, era lo más normal.
