✧♪♬ Jungkook tiene una extraña forma de desmostrar su amor por Yoon Ji Ah, quien más de una vez le ha hecho ver que ella siempre lo vera como un buen amigo.
Jungkook no acepta el rechazo de Ji Ah, así que esta dispuesto a todo con tal de tenerla y p...
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Capítulo extenso.
Yoon Ji Ah.
3 meses después.
Movía mi tacón sobre el suelo con algo de desesperación por marcharme de ahí de una vez, el olor a frambuesa estaba matándome y combinado con el jengibre del te, era de lo mas asqueroso que mis fosas nasales hubiesen olido alguna vez. Maldición, solo quería salir de este horrible cuarto, levantarme del jodido sillón de cuero viejo y volver a casa.
Escuchaba el sonido de la pluma de la mujer fastidiosa escribiendo en su tonto cuadernillo mi "progreso" y sus bobas palabras de fondo. Hablaba sobre mi graduación y lo bien que me haría el entrar a otro ambiente, como lo era el laboral. Claro, como no. Llevaba una semana trabajando en ese despacho y ya había tenido mas de diez ataques de estrés y probablemente ira por culpa de mi jefe.
Seguí escuchando a lo lejos hasta que se le ocurrió mencionar el problema principal por el cual yo me encontraba aquí.
—¿No le has visto o si? —levante la vista de mi tacón y la mire sin entender muy bien a lo que se refería. —A el.
Ella sabía lo que paso con Jungkook, no sabía su nombre o su apariencia, pero sabía toda la situación. Esa era la razón por la que yo estaba aquí, pues luego de un par de días de ser dada de alta, Taehyung fue quien sugirió el buscar ayuda profesional para mis ataques de pánico y superar un poco más todo lo que había pasado, según el era una mujer de confianza y nada de lo que yo le dijera saldría de esta habitación. Así que luego de dos sesiones sin decir nada, finalmente logro que llorara y le contara todo, después de eso volví a cerrarme por completo.
Aun más cuando volví a la universidad y me di cuenta de que Jungkook no asistía, esperaba al menos poder verlo de lejos, pero nunca se apareció. Ni si quiera asistió a la graduación y eso que también tuvo menciones honoríficas. A todos se nos dijo que el había concluido sus estudios en el extranjero, pero yo sabía que era mentira, aunque nadie me lo negara o confirmara, sabía que lo era.
—No —formule secamente. —Usted lo sabe, no desde hace tres meses.
—Es lo mejor, te mantuvo cautiva, quizás lo único que desarrollaste por el fue algo confuso, a esto se le conoce como el síndrome de Estocolmo y tarde o temprano se supera; también podría decir que es un caso severo de dependencia emocional. —eso llevaba diciendo desde hacía semanas y no sucedía. —Solo necesitas más tiempo Ji Ah.
Claro.
Harta de sus palabras tontas y buenas para nada termine de mover mi tacón y le sonreí forzadamente mientras palmeaba mis muslos. —Bien, ¿es todo? —la mire con los ojos abiertos mientras esperaba una respuesta.
