✧♪♬ Jungkook tiene una extraña forma de desmostrar su amor por Yoon Ji Ah, quien más de una vez le ha hecho ver que ella siempre lo vera como un buen amigo.
Jungkook no acepta el rechazo de Ji Ah, así que esta dispuesto a todo con tal de tenerla y p...
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Yoon Ji Ah
Dos semanas después.
Había perdido la cuenta de cuántas veces lloraba desde que estaba en este lugar, la cuenta de los días en que se llevaban a Jungkook durante horas en el día y a veces llegaba con moretes en el rostro o el cuerpo golpeado.
¿Cómo estaría mi abuela?, ¿Nos estarían buscando afuera?. Eran preguntas frecuentes que me hacía una y otra vez, cada vez que me encontraba sola en esta habitación.
Hoy a Jungkook se lo había llevado desde medio día, desde entonces no lo había visto y la verdad es que no me animaba a salir de la había sin el. Pues hace unos pocos días por fin me convenció de salir del cuarto e indagar un poco por este enorme lugar, que a mis ojos parecía ser un castillo antiguo y abandonado. Salimos al jardín durante unos minutos hasta que esa cosa en nuestros tobillos comenzó a emitir la luz roja y tuvimos que volver.
Aquel hombre que nos detuvo la primera vez, solo lo había vuelto a ver dos veces más. La primera cuando vino a nuestra habitación para dejarnos personalmente la comida y la muda de ropa del día. Y la segunda fue hace días en el jardín, el se encontraba sentado como si nada en una mesa, tomando un vaso de agua mientras veía algo en una tableta electronica. Jungkook me había dicho que no, nos harían nada, pero cada vez que me decía eso no podía evitar verlo y darme cuenta de que el era quien se llevaba la peor parte siempre.
Si tan solo encontraramos la manera de salir de aquí todo sería más fácil pero ya nos había quedado claro que estábamos muy bien vigilados, además de que si sobrepasabamos la línea marcada a los dos nos darían unas descargas eléctricas que eran capaz de matarnos.
Además... No quería perder a Jungkook, el se había portado tan bien conmigo, me cuidaba todo el tiempo, estaba ahí para escucharme llorar por las noches y tranquilizarme prometiendome que todo estaría bien. Nos habíamos vuelto muy cercanos, yo no quería despegarme un solo segundo de el y solo a su lado me sentía protegida y querida. Últimamente solo podía pensar en cómo es que durante más de cinco años, jamás me fijé en el, en sus buenas intenciones y en lo mucho que me quería.
Quizás la vida lo puso en malas situaciónes pero él no era una mala persona.
Di un brinco al ver entrar a Jungkook a la habitación con un moretón en el pómulo mientras el mismo tipo de siempre lo empujaba y cerraba la puerta detrás de él.
—Jungkook —me acerqué a el y lo senté sobre la cama mirándolo de arriba a abajo. —Dios mío, pero mira como te han dejado el pómulo —me tome la libertad de tocar la zona afectada mientras el gimoteaba de dolor. —Son unos animales. Deberían al menos darnos alguna pomada para el dolor.
—Bueno esto no es un hotel Ji Ah —sonrio sacándome de mi mundo. Sin duda ese había sido el comentario más estúpido que se me pudo haber ocurrido.
