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O23 | MIJOO Y TAEHYUNG

CAPÍTULO VEINTITRÉS
1996 ; taehyung y mijoo

A MiJoo le solía gustar la escuela, en especial cuando se encontraba a TaeHyung en los pasillos. Pero en los últimos días se volvió jodido, una mierds escandalosa que ya no tolera, no es ese tipo de chicas que siente celos de sus amigas, en realidad, todo lo contrario, es quien apoya a Yubin con cada paso de su vida. Aún así, hay una molesta sensación en su pecho que no aguanta, el tiempo pasa y ella está ahí, ese dolor que no desaparece con ningún masaje o pastilla, se intensifica cada vez que la oelinegra habla de la cita que tuvo. Alegando lo amable que fue el Kim con ella, le compró flores, dijo que se veía bonita, hizo todas esas cosas que a las niñas le gustan.

Era peor que recibir mil apuñalada en la espalda.

En hora de clases, Yubin quien se sienta a su lado no presta atención a la pizarra por estar leyendo una revista de moda juvenil. En medio de ella, con un plumón resalta unas palabras escritas: 'TOP 5 REGALOS IDEALES PARA TU NOVIO.' Sonrió entusiasta y codeo a MiJoo, la pelirroja giró.

—Oye —susurró—, aquí dice que sería un buen regalo cocinarle algo dulce, ¿debería hacerle unos bombones?

—¿Q-Qué? —parpadeo, nerviosa— Yo..  —las náuseas la hacen ponerse de pie— ¡Permiso para ir al baño! —la clase entera se le queda viendo sorprendidos, el profesor se da la vuelta y asiente sólo porque se trata de la mejor alumna de todo el salón.

Cruzó la puerta con su corazón latiendo muy rápido. El hecho de que Yubin le pida ayuda en ese tipo de decisiones era cruel, aunque no podía culparla, no conoce de… lo que sea que haya pasado entre TaeHyung y ella. Camina por el pasillo directo a enfermería, le sería mejor ocultarse ahí un buen rato hasta que pueda pensar mejor las cosas y volver a dar la cara.

Unos ojos juguetones observaron desde la ventana que da al pasillo como una melena pelirroja pasa de largo, él que se sienta del lado de la pared donde se instalo la enorme ventana, se colocó de pie. Salió de allí aoresursdo diciendo que iba al baño, abrió la puerta y corrió por el pasillo hasta llegar a su lado.

Sus compañeros reían oegafos a la ventana, viéndolo ponerse junto a la chica de que tanto hablaba en los entrenamientos. Misma que al notarlo, da un salto sorprendida.

—¡Dios! —suspira— Me asustaste. —toca su pecho mientras continúa caminando— ¿Por qué me sigues?

—Estoy yendo a… —ve la puerta de enfermería a unos pasos— allí. —señala— ¿Y tú?

—Tambien, me siento algo mal.

—Debe ser que me extrañas. —sonríe burlon. Y aunque no lo decía en serio, porque entiende que MiJoo sólo lo rechaza en cada oportunidad, la manera en que baja la cabeza al suelo deteniendo sus pasos— ¿Qué pasa, eh? —su mano la toma de la barbilla obligandola a verlo a la cara.

—Déjame. —pidió, sus ojos brillan con lo que parecen ser un destello de lágrimas, MiJoo no se permite largar ni una frente a él. Pese a sus palabras, no hizo el menor esfuerzo por apartarlo, dejó que la inspeccionara con sus ojos filosos, tratando de adivinar qué piensa.