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O22 | MIJOO Y TAEHYUNG

CAPÍTULO VEINTIDÓS   
1996 ; taehyung y mijoo

Dos días después de haber hablado con TaeHyung –y estar en su casa a plena ansiedad– Yubin la había llamado por teléfono luego de llegar de la escuela, con un tono lleno de emoción le contó que el muchacho se le acercó a la salida para pedirle una cita ese fin de semana. Estaba tan contenta que MiJoo no pudo evitar también sonreír, es lo que quería después de todo, para poder recuperar su amistad.

El mismo sábado de la cita, fue invitada a su casa junto a Hoseok para ayudarla a elegir un vestido, hay cierta presión en su pecho que la hace divagar entre pensamientos que preferiría no tener. No puede creer que, después de haberle dicho todo eso cuando se lo encontró, ahora piensa en una realidad alterna donde… Tal vez, su amiga no está enamorada de él. Entonces, en esa realidad, ¿qué podría suceder entre ambos?

Negando, volvió sus ojos al frente donde Hoseok peina el corto cabello negro de Yubin. Era como antes, los tres unidos en una reconfortante tarde de primavera, bebiendo el cafe frío que la mamá de la pelinegra les hace.

—Estoy tan contenta, no pensé que me pediría salir. —decía, bebiendo desde un sorbete.

—¿Por qué no? Eres muy linda, seguro le atraes.

—Pensé que… —sus ojos viajaron al rostro de su mejor amiga— le gustabas.

Fue tan fría su forma de decirlo, que MiJoo quedó congelada en su lugar arriba de la cama. Hoseok detuvo su mano, quien peinaba, y también miró a su castaña amiga. Él lo sabe, pues comparte equipo con el famoso Kim TaeHyung, aunque nunca tuvo mucha relación debido a que no es bueno siendo amigo de chicos, ha escuchado sus suspiros viendo a la Park, notó sus sonrojos, sus risas traviesas cada vez que la molesta, y en especial…

Como la mira.

—¿Q-Qué? —rió con nervios, negando apresurada— ¿Cómo podría gustar de mi? Todos saben que eres más guapa y agradable.

—Lo sé, solo que… —sonrió cabizbaja— él te mira de la misma forma que quiero que me mire a mi.

El Jung miró a cada parte de la habitación buscando una distracción del ambiente tenso. Y la encontró.

—¡Oh, miren la hora! —se saltó de la cama y señaló el reloj de la pared— Rápido Yubin, no lo quieres hacer esperar, ¿No?

—¡Cierto! —de un brinco se puso de pie. MiJoo le agradeció en susurros al chico, éste asintió despreocupado— Me cambiaré ahora, ¿qué vestido debería elegir? —mostró dos vestidos rosas, uno con flores y otro con puntos.

Después de un extenso debate de si los puntos logran hacer que se vea más delgada o no, optó por el que llevaba rosas. La enorme sonrisa en su rostro iba de lado a lado, habían cosquillas en su barriga que la hacían saltar de la emoción saliendo de su casa, y aunque usualmente la pelirroja se alegre por cada logro de su mejor amiga, ese día en específico había… una especie de plaga consumiendo de a poco su corazón, lo hacía doler. Se tocó el lado izquierdo del pecho, donde aquel órgano que la mantiene viva late lleno de agonía.

Se cuestiona a sí misma porque se ha vuelto egoísta, tan poco congruente con sus respuestas. Acordó nunca enamorarse de Kim TaeHyung, se prometió no traicionar a Yubin, pero cada vez que lo ve… inevitablemente desea poder expresar su gusto a las pequeñas acciones que le agradan de él.

¿Amor o amistad?

Las personas suelen cuestionarse si el amor vale más que una amistad, y MiJoo comprende que a veces el amor no perdura igual que un lazo de hermandad, como el que tiene con Yubin. Su corazón ruega por un solo individuo, solloza aferrándose a la idea de que él no es para ella. Pero…

¿Y si está equivocada? ¿Y si TaeHyung resulta ser más que un romance pasajero en su vida? O... ¿Y si vive eternamente extrañando lo que pudo haber sido?