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O31 | MIJOO Y TAEHYUNG

CAPÍTULO TREINTA Y UNO 
1996 ; taehyung y mijoo

—Nada. —se separó de la pelirroja, caminando más cerca de la chica que con desesperación llora en busca de su mirar— Lo siento, creo que jugué con tus ilusiones al actuar como si me interesara ser cercano a ti, la verdad es que lo hice porque pensé que de esa forma MiJoo me prestaría atención. Eres una chica que siempre me apoyó, pero tus insistencias me hacen sentir incómodo —rascando su cabeza sonrió casi riendo—, es irónico que lo diga yo, porque mi personalidad es algo similar cuando me enamoro. Aún así, el hecho de que mintieras con ser pareja… no me agrada.

Igual a un tapón en su garganta, le ardía con fuerza escuchando lo que decía completamente seguro, no dudo en ninguna sílaba, sus oraciones eran suaves pero crueles como dagas clavándose en su pecho, llenas de veneno transportandose en su sangre para matarla de la forma más diabólica. Las lágrimas que derramó ardían, no le gusta llorar, mucho menos en frente a esos dos.

—Yo no…

—Espero lo entiendas, no puedo aceptar tu amor, Yubin. —inclinándose, la había rechazado formalmente tratando de no terminar de herirla— No odies a MiJoo, ella solo quería protegerte porque te considera como una hermana.

—¿Qué debería decirles? ¿'Espero que puedan ser felices juntos'? ¿'Gracias por su honestidad'? —negó, limpio sus lágrimas tratando de parecer dura— No me interesa conservar ésta amistad después de esto, creo que desde hace un tiempo lo he sabido, quise ignorarlo porque llegué a pensar que tenía oportunidad contigo, ahora veo que no es así. MiJoo —se enfoco en ella, quien lloraba en silencio—, espero que no duren.

A paso rápido se alejó tras sus agrias palabras, llena de envidia y rencor se marchó dejándolos solos. TaeHyung dio la vuelta, sus hombros bajaron como si le hubieran quitado un peso de encima, no podía importarle menos lo que Yubin pensaba, desde un comienzo la veía como una chica más del montón, no obstante, era la mejor amiga de MiJoo, y a ella si le dolía desde el fondo de su corazón ser dejada de esa cruel forma. La abrazó queriendo transmitirle seguridad, aunque un poco avergonzado por su sudor, supo que a ella no le desagradaba..

Le acarició la espalda.

—Lamento que las cosas terminen así. —susurró, tomando sus mejillas.

—Debe ser mi culpa…

No tenía la intención de victimizarse, más bien, estaba segura que su amistad había comenzado a marchitarse desde hace meses atrás, pero seguía aferrada a ella por el lazo de hermandad que alguna vez compartieron siendo niñas. Su mirada de odio le hizo dar cuenta que, probablemente, la pelinegra ya no necesitaba de su cariño hace mucho.

—¡No! —negó— No lo es, MiJoo. Nadie puede decirle a su corazón de quien enamorarse, y yo estoy seguro que Yubin no me ama ni la mitad de lo que tú, porque no me conoce ni me conocerá, ella mantiene en su cabeza una imagen idealizada de mí que no es real.

En realidad, él tenía razón en lo dicho. Desde que Yubin comenzó a interesarse en TaeHyung, era por mera apariencia y fantasía, quería ser su novia a la fuerza en cada oportunidad. El amor no es fácil, mucho menos a su edad, es difícil explicar la manera en que tu corazón ruega por otra persona, nadie sería capaz de entenderlo, y MiJoo lo comprendió después de muchas noches en vela, a quien su corazón corresponde es al castaño de sonrisa cuadrada, no puede imaginar una vida separados, quiere intentar estar todos los días a su lado, creer juntos, y envejecer tomados de la mano.

La última lágrima que derramó no fue de tristeza, fue el comienzo de algo hermoso. Sus labios se unieron en un beso que incluso aunque el entrenador gritaba el nombre del muchacho para volver al segundo tiempo, ninguno se quiso separar, necesitaban del calor del otro.