Lo que la vida me robo (Drarry)

Capítulo 3

Sorprendentemente esa mañana se despertó más tranquilo que otras veces, aun cuando Cedric no había llegado la noche anterior y lo había dejado plantado, supuso que tendría una buena razón para ello. Luego del incidente con el chico extraño, se quedó un par de horas sentado y jugando con la arena, esperándolo, pero nunca llegó. Se termino cansando y volvió a la casa.

Bajo al comedor, donde sus padres, junto a Sirius y Remus, estaban desayunando.

- Por un momento pensamos que se te había pegado la almohada a la cara – bromeo Sirius y Harry se sentó a su lado y a la izquierda de su padre.

Frente suyo, su madre lo miraba con indiferencia.

- A tu padre le gustaría que viajes – dijo por fin, luego de varios minutos juzgándolo con la mirada –. Así que dime, ¿a dónde te gustaría ir primero?

Harry la miro con sorpresa. Y miro a su padre.

- La verdad – dijo pareciendo tranquilo –, a mí no me gustaría salir de Godric.

- ¿Por qué? – insistió ella –. Ya no te vas a casar con Seamus, y no hay nada más que te lo impida.

- Pues, no quiero dejar solo a papá – sonrió hacia su padre –, últimamente no ha estado muy bien de salud.

- Gracias por tu preocupación – James le devolvió la sonrisa –, pero estoy bien.

- James es muy terco como para dejarte pronto – intervino Sirius.

- Acabas de romper tu compromiso – siguió su padre, ignorando a su padrino –, disfruta tu libertad. Y no te preocupes por mí.

El ruido de la puerta azotada hizo que todos giraran su vista hacia donde Charlus apareció con varios golpes y sangre seca en el rostro. Lily rápidamente se acercó a su hijo y James se levantó de su silla.

- ¿Qué te pasó, mi cielo? – preguntó preocupada, trato de tocarle la mejilla, pero Charlus la apartó con una mueca de dolor - Mira como estas.

- Mira en qué estado llegas a tu casa – James lo miro furioso – Después de pasar la noche en quien sabe dónde. Eres un irresponsable.

Lily lo miro enojada, con claro reproche, y se llevó a Charlus para curarle las heridas en su habitación.

- Tranquilo papá - dijo Harry sentado a James de nuevo -, no te alteres que le haces mal a tu salud.

- Es que no puede seguir con esa vida. Me preocupa.

Sirius estaba por hablar, pero recibió un golpe debajo de la mesa de parte de Remus, quien lo miro con la clara advertencia de "Cierra la boca".

El desayuno había terminado con tranquilidad. Ni Lily ni Charlus habían vuelto. Un par de horas después, Harry se encerró en el despacho y trato nuevamente comunicarse con Cedric, fallando en ello. Se tranquilizaba a si mismo diciendo que su novio estaba muy ocupado en sus labores de Marín. Incluso pensó en la posibilidad de que haya surgido una misión y Cedric no haya tenido tiempo de avisarle.

Suspiró dejando el teléfono en su sitio.

- ¿Con quién hablas, Harry?

Casi salto del susto y Sirius se rio de él.

- Con Hermione – mintió rápidamente -. Quiero saber si ya regreso de su luna de miel. Quisiera verla y conversar con ella.

- No te lo había dicho antes – Sirius se acercó a él -, pero tienes todo mi apoyo. El mío, de tu papá y el de Remus.

Harry le sonrió y le agradeció. Él sabía que siempre podía contar con ellos.

- Nos vemos luego, si Remus pregunta, dile que salí un rato y en la noche regreso - dijo antes de salir completamente y giñarle un ojo.