Capítulo 11

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Harry se encontraba en su cuarto, su mirada fijamente en el anillo de compromiso que tenía en su dedo anular, pensando y sintiendo el dolor de la pérdida, tal como había dicho Remus hace tan sólo una semana. Rodo los ojos al ver que su madre entraba sin tocar la puerta.

- Espero que estés contenta - dijo molesto mirándola.

- Feliz mi cielo - ignoro por completo el tono de voz de su hijo, de todos modos, todo salía tal como ella quería-. Tu y Draco me hicieron el día, pero eso de casarse en un mes, creo que es demasiado pronto ¿No?

- ¿No es lo que querías? - preguntó con disgusto, sintiendo una gran opresión en el pecho.

- Bueno sí, pero no nos va a dar tiempo para preparar todo lo necesario para la boda – dijo como si fuera obvio –. Los trajes, las invitaciones, la decoración, además de organizar una fiesta para anunciar el compromiso.

- Cállate, mamá - la silencio -, no quiero nada de eso.

- Pero, se trata de tu boda, Harry – el tono molesto y seguro de su madre era uno que Harry ya conocía perfectamente, cuando hacia algo que a ella no le gustara o cuando tomaba una decisión por sí mismo en general -. Uno se casa una sola vez en la vida, bueno, normalmente.

- Para mí, esto no es una fiesta, mamá - dijo molesto y sintiendo sus ojos húmedos -, lo sabes. Estoy cumpliendo con la obligación que tengo con mi familia, es una obligación nada agradable para festejar. Así que por lo menos, has que las cosas se hagan a mi modo.

- Bueno, imagínate que va a pensar toda la gente - dijo con ese todo que siempre utilizaba al tratar de convencerlo, sonando como una madre preocupada por sus hijos -, y más después de tu rompimiento con Seamus.

- ¡No me importa lo que piense la gente! - respondió molesto e indignado, tratando con todas sus fuerzas no llorar.

- De verdad Harry, contigo no se puede razonar - como siempre, pensó Harry, tratando de hacerlo sentir culpable. Pues ahora no podía, porque la culpa no lo dejaba desde que comenzaron con toda esta mentira -. Eres muy necio. ¿Cuándo? ¿Cuándo vas a darme, aunque sea una vez en la vida, gusto, Harry?

- ¿Complacerte mamá? - se levantó de la cama y se acercó a su madre - ¿Complacerte? Pero si soy un títere en tus manos. Planeaste mi boda, me conseguiste marido, te pusiste de acuerdo con él antes de que yo lo supiera, ¿¡Qué más quieres!? ¡Vete, no quiero verte!

Harry soltó un par de lágrimas mientras sacaba a su madre de la habitación. No pudo soportar más y lloro, jamás perdonaría a su madre.

- ¡Vete mamá! - grito al escuchar que su puerta nuevamente era abierta.

- Me ofende que me compares con ella, yo soy más guapo - aunque reconoció a su padrino, no dejó de llorar. Sirius se acercó y recordó a un pequeño Harry todo lloroso, e hizo lo que en ese tiempo habría hecho. Se sentó junto a él y lo abrazo, sabía que eso era lo que necesitaba, al menos hasta que se calmara.

Harry se abrazó fuertemente a su padrino, hacía años que no lloraba así y Sirius lo consolaba, pero esta vez sentía la necesidad de hacerlo. Tenía que aceptar que Cedric lo había dejado, había jugado con él y él había caído por alguien quien en verdad no valía la pena.

- Sé que no soy Remus - dijo Sirius con voz paternal acariciando su cabeza -, pero puedes contarme lo que sea, prometo guardar el secreto.

Harry estaba seguro de que así sería, pero hoy no se sentía con fuerzas para contarle todo lo ocurrido.

Lo que la vida me robo (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora