Capítulo 18

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Harry disfrutó del delicioso desayuno que Andrómeda había preparado para ellos ese día, y como Draco había prometido, solo desayunaron ellos dos en la terraza.

Miro al rubio disfrutar de la comida, desde que hablaron no sabía qué pensar de él, aún estaba la duda sobre su complicidad con su madre y hermano en contra de Cedric, pero, aunque Harry no quiera admitirlo, algo muy en el fondo le decía que confié en él.

Draco levanto la mirada y lo observó.

- Voy a ir a Godric dentro de un rato – menciono dejando de lado su taza de café – ¿quieres acompañarme?

Harry lo miro un poco sorprendido, no había esperado esa propuesta. Por supuesto que le encantaría ir, pero si Draco salía, podía aprovecha esa oportunidad para sacar a Cedric de la hacienda cuanto antes.

- Mi padre nos invitó a la casa el fin de semana – respondió como quien no quiere la cosa –, creo que seria mejor ir ese día.

- ¿Qué te parece si mejor los invitamos a que vengan aquí para que conozcan la hacienda?

- No - dijo rápidamente, su madre o su hermano podrían reconocer a Cedric de inmediato, y eso no le convenia, se aclaró la garganta ante la mirada curiosa de Draco -. No creo que quieran, ya te había mencionado que a mi madre no le gusta el campo.

- Está bien, entonces iré solo - dijo levantándose -. Le daré unas instrucciones al capataz y luego me iré, tardaré sólo un par de horas como mucho, sin contar el viaje de ida y vuelta.

- Está bien.

Draco entró a la casa y se dirigió al despacho, donde Oliver ya lo estaba esperando. Lo saludó y le entregó las notas de las facturas, préstamos y demás notas de la hacienda, junto a un adelanto de su pago para que reponga lo que le habían robado, le ofreció quedarse en el despacho para revisarlos con más calma y él aceptó. Al salir se encontró con Harry en la sala.

- Nos vemos – saludó y Draco le sonrió a punto de irse.

- ¿A dónde vas? – Astoria llego a su lado con rapidez y le sonrió.

- A Godric.

- ¿Puedo ir contigo? – preguntó con entusiasmo.

- Claro, no hay problema – asintió él, se despidió de Harry y salió de la casa.

Harry vio como Astoria giraba y lo miraba con una sonrisa triunfante, como si sólo con eso ya hubiera ganado todo en la vida, él la miro con desagrado y observó como la chica corría detrás del rubio. Cruzo los brazos y giró la vista hacia el despacho molesto hasta que se encontró con los ojos de Cedric, viéndolo también molesto.

- Ven - demandó en un susurró y Harry negó con la cabeza, sorprendido por su atrevimiento -. Vienes o voy.

Lo miro con el ceño levemente fruncido y se acercó, observando a su alrededor para verificar que nadie los estuviera viendo.

- ¿Qué no vez que es muy arriesgado? - preguntó, ambos estaban susurrando.

- Tu esposo se acaba de ir con su amiguita, no hay nada de qué preocuparnos.

- Cedric - dijo con seriedad -, quiero que te vayas.

- No – aseguró -, no me iré de aquí sin ti.

- Ya te dije que esto se acabó...

- No, no es cierto, no tiene por qué terminar así - Harry le pidió que bajase la voz al notar que la comenzaba a subir -. Yo estoy seguro de que te amo.

Lo que la vida me robo (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora