Capítulo 12

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James Potter era sin duda un cabeza dura. No había pasado ni dos días desde que le dieron el alta en el hospital y ya quería estar paseando de un lado para otro.

- Despacio papá - advirtió Harry mientras James se sentaba en su oficina -, quieres ir muy rápido y apenas saliste del hospital, necesitas descansar.

- No hijo, no es necesario - aseguró-. Ya pasé un mes en el hospital y no quiero pasar otro día acostado. Estoy mejor ahora.

- ¿Hice mal al no pospone la boda? - preguntó temeroso, pues su boda era mañana y su padre apenas había mejorado.

- Claro que no - respondió de inmediato -, por eso regresamos hoy, porque mañana te casas, tiene que ser el día más feliz de tu vida - Harry le sonrió –. Draco es una gran persona y de lejos se ve lo mucho que te ama. Dime - su voz paso a una más sería- ¿Tú también estás enamorado?

- Si - respondió con seguridad -, claro que sí.

- No te noto muy convencido- lo miro con suspicacia.

- Claro que si papá - sonrió -, yo me quiero casar y que mejor que con Draco.

- ¿Por qué? ¿Por qué es rico?

- Claro que no, pero eso no es malo ¿verdad?

- No, claro que no, pero si lo estás haciendo por eso sería un error, un gran error del que te puedes arrepentir - dijo con seriedad.

- No, no es por eso, papá - Harry le sonrió, aunque no sabía porque su padre de repente estaba preocupado por eso -. En Draco encuentro a un mejor amigo, y me gusta eso.

- Yo sé que a lo mejor te sientes incómodo por el préstamo que nos hizo - dijo James, siguiendo preocupado y queriendo asegurarse de que su hijo estaba seguro de su decisión -, pero quiero que sepas algo para que estés más tranquilo. Tu madre hablo con nuestro capataz, al parecer nuestra hacienda se está recuperando - le informó entusiasmado -, la próxima cosecha parece ser muy buena y podremos pagarle a Draco el dinero que nos prestó. El capataz ya me depositó el dinero que nos dieron por el ganado, pero claro, eso se fue para la boda.

Harry sonrió al ver una esperanza, si la hacienda Potter estaba recuperándose, eso significaba que ya no tenía por qué casarse con Draco.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó su madre entrando al despacho - Debes subir a probarte el traje, mañana es tu boda, date prisa hijo.

Lily arrastró a Harry fuera del despacho, donde Harry la miro con una pequeña esperanza creciendo en él.

- ¿Es cierto mamá? – preguntó - ¿Es cierto que las cosas están mejor en la hacienda? ¿Qué todo se va a componer?

- ¿Eso te dijo tu papá? - preguntó sonriendo.

- Si, porque si es así, a lo mejor ya no tengo que casarme - al ver la mirada de su madre, supo que no podía escapar fácilmente.

- Eso es lo que yo le hice creer a tu padre para que estuviera tranquilo - dijo con simpleza acercándose a él –. Pero la verdad es que las cosas se están arreglando, Harry, gracias a que Draco pago todas nuestras deudas.

- ¿Qué? - sintió como esa pequeña esperanza se escapaba y se alejada de él.

- Y eso no es todo - siguió con suavidad-, también nos dio el dinero para la siembra, el abono, las semillas, todo. Y por supuesto todo lo referente a la boda

- ¿Cómo pudiste mamá? - preguntó sorprendido y disgustado por el accionar de su madre.

- Porque no nos quedaba otra opción, Harry - la simpleza con la que hablaba enfermaba a Harry -. Además, ese fue el trato.

Lo que la vida me robo (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora