Capítulo 16: Encrucijada

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El peso de la verdad se cernía sobre mí mientras Sara y yo nos enfrentábamos a una conversación que había estado evitando. La carta de Mía, ahora en manos de Sara, había desencadenado una tormenta de emociones que amenazaba con arrastrarnos a ambos.

Sara me miró con ojos llenos de incredulidad y dolor mientras sostenía la carta entre sus manos. Sus labios temblaban mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas, su mirada buscando respuestas en la mía.

— ¿Qué significa esto, Alex? —preguntó, su voz apenas un susurro. Su pregunta resonó en el aire, cargada de angustia y confusión.

Tragué saliva, luchando por encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que sentía. — Es complicado, Sara —murmuré, sintiendo el peso de mis propias palabras mientras luchaba por articular mis pensamientos.

Ella me miró fijamente, sus ojos buscando los míos en busca de claridad. — No puedo creer que hayas estado guardando esto de mí —dijo, su voz temblorosa con el peso de la traición.

El remordimiento me inundó mientras me daba cuenta del dolor que había causado al ocultarle la verdad a Sara. 

— Lo siento —murmuré, mi voz apenas un susurro en la quietud de la habitación. — No quería lastimarte.

Sara me miró en silencio por un momento, sus ojos llenos de dolor y decepción. — Pensé que no hablabas más con ella —dijo, su voz apenas un susurro en el aire cargado de tensión.

Antes de que pudiera explicarme, Sara decidió irse, dejándome solo con mis pensamientos tumultuosos y la carta de Mía en mis manos.

Aquella noche, en mi habitación, intenté llamar a Sara para darle una explicación, pero no tuve suerte. La carta de Mía y sus palabras resonaban en mi mente, creando una sensación de desconcierto y confusión.

Sin respuestas claras y con el corazón lleno de dudas, me acosté en la cama y observé la carta que tenía a mi lado. Mía comenzó a aparecer en mis pensamientos, y me vi abrumado por una serie de preguntas sin respuesta.

¿Realmente estuvo Mía en la cafetería? ¿Me vio con Sara? ¿Qué habrá pensado al verme con otra persona? ¿Por qué después de tanto tiempo decide confesarme esto en una carta?

Necesitaba respuestas, necesitaba hablar con ella, pero antes de hacerlo, necesitaba resolver las cosas con Sara. Decidí escribirle una carta a Mía, expresando mis sentimientos y pensamientos, pero primero debía enfrentar la conversación pendiente con Sara.

Después de escribir la carta, decidí enviarla por correo al día siguiente. Pero antes de dormir, recibí un mensaje de Sara que decía: "Hablemos mañana".

Estaba lleno de nerviosismo y ansiedad, sin saber qué decirle a Sara cuando la viera. Necesitaba tiempo para pensar y descansar antes de enfrentar lo que vendría.

Aquello que Nunca FuimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora