𝗝𝗨𝗠𝗣 𝗧𝗛𝗘𝗡 𝗙𝗔𝗟𝗟， ㅤSATORU GOJO.

ㅤ16 ㅤ kiss, kiss.

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Los siguientes días era normal ver a la salida del edificio el auto gris de su prometido tampoco pudo culpar a Satoru por tener ese instinto de protegerla, después de todo con solo asomar un pie fuera de su zona laboral podía ver la cabellera negra de SuHo cerca del ventanal del local, esperando a que ella apareciera. Era incómodo, muy incómodo sentir la presión de salir corriendo solo para no tener que verlo.

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Tontoru. 🤍
Esperame unos segundos. ¡Iré enseguida!
Megumi me pidió que lo alcanzara hasta la
escuela.
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Sacchan. 🌷
Si no vienes, no podré volver
a casa. Aquí te espero.

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Tontoru. 🤍
Ten cuidado con ese idiota. Juro que si se
acerca terminará colgado de un poste.
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A pesar de la ausencia de Satoru, ella aún reía con cada mensaje que enviaba, su molestia podría verse divertida, pero estaba hablando muy en serio. El tiempo pasó, ella frotó con suavidad su brazos comenzando a tener la sensación de que el frío se colaba por la ropa, pensó en qué sería lo indicado para cenar esa noche, tal vez algo ligero y luego continuar con lo que dejaron pendiente la noche anterior.
La sonrisa sobre sus labios se extendió de manera automática mientras volvía a rebobinar como era tener los fuertes brazos de su prometido rodeándola, simplemente la dejaba sin aliento. Desde aquella noche donde pudo volver a sentir placer sin culpa, la pasión entre ambos creció, en especial sobre Sachi que se negaba a estar lejos del hombre. ¿Será toda la lujuria que estuvo reprimiendo? La señorita Liliana explicó algo por el estilo esa misma tarde.

—¿Hoy no vendrá el albino alto?

Por desgracia tuvo que salir de sus pensamientos para prestar atención a quien le hablaba, SuHo llevó el cigarrillo hacia sus labios dando una calada con la ceja derecha arqueada, esperando algún tipo de respuesta. Sachi, con la mejor mueca de amargura miró hacia la esquina en donde se supone que su novio siempre dobla con el auto, esperando que por arte de magia apareciera.

—¿No responderás? ¿Sigues siendo la misma chica tímida? —algo ofendido dejó salir el humo por su nariz, haciendo que ella comenzará a toser. Si había algo que odiaba la rubia, era el cigarro y lo sabía muy bien—. Aunque cuando estábamos juntos no parecías tan tímida, sobre todo en la noche.

Aquel comentario le pareció de más, quedando desconcertada por ver esa sonrisa soberbia que le daba a entender que solo esperaba una mala reacción por su parte para hacerla sentir culpable, como muchas veces han pasado cuando eran algo. Tomando aire profundo, intentó calmar esos pensamientos asesinos, como empujarlo a la calle o agarrar el cigarro para enterrarselo en el ojo.

—Solo se esta tardando un momento, tuvo que llevar a alguien–

—Oh, está haciendo eso —murmuró con un tono débil, sacando la última parte del humo entre medio de sus labios, tirando la colilla al suelo para pisarla—. Ya pasaste por esto una vez, no pensé que volverías a caer en manos de un hombre así.