ㅤO4 ㅤ past of drinks.

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"ㅤ  dressㅤ "
by taylor swift

Los ojos celestes del hombre se clavaban en el reloj, esta vez marcando las diez en punto, él suspiro terminando de llenar la taza con ese café caliente

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Los ojos celestes del hombre se clavaban en el reloj, esta vez marcando las diez en punto, él suspiro terminando de llenar la taza con ese café caliente. Asomándose por el umbral de la cocina, esperaba a que su novia entrara con una sonrisa radiante contándole los resultados exitosos de esta campaña en la editorial donde trabaja, a pesar de los problemas que hubo con los modelos amateur. Esa misma noche, Sachi aviso que llegaría tarde para poder ir a celebrar con sus compañeros de equipo, la ansiedad y preocupación picaban a Satoru, sabe lo pésima que es su novia cuando se trata de beber.
Pensó en llamarla o enviarle mensajes, pero en cuanto no le responda seguramente se volverá insistente y no quiere invadir su espacio personal. Es algo que tuvo que aprender a la fuerza.

En el momento que estuvo por sentarse en el sofá, el timbre sonó haciéndolo dejar la taza sobre la mesita ratonera antes de correr hacia la puerta, encontrándose con la cabellera rubia de su novia cayendo frente a su rostro mientras se mantenía recostada en la espalda de su compañero de trabajo, Souta Aizawa. Apretando el pomo de la puerta intento sonreír, aunque le costó, su mandíbula se tenso al saber que otro hombre estaba poniendo las manos sobre Sachi; tal vez incluso hizo algo más.

—Buenas noches —dijo él al fin, bajándola de su espalda con cuidado, sosteniendo los delgados brazos femeninos para que no se tambalee tanto—. Intentó volver sola, pero le costaba caminar y estaba por meterse en un callejón. Hice lo posible para traerla sana y salvo.

—Gracias, me tranquiliza verla al fin.

Los labios de Sachi se abultaron cuando sus pies tocaron el suelo, estaba incómoda, pero a la vez relajada sobre la espalda de su compañero; beber tanto le causa demasiado sueño. Cuando escuchó esa familiar voz, levantó la vista, con las mejillas completamente rojas se lanzó a los brazos de Satoru, haciendo lo posible para ponerse de puntillas para besarle los labios, pero él la aparto, el olor a alcohol sobre ella era inaguantable.

—Eres tan malo —se quejo vagamente, entrando al departamento para echarse en el sofá.

Luego de dar sus agradecimientos a Aizawa en una tensa y corta conversación, Satoru cerró la puerta caminando hacia donde estaba su novia con las cejas levantadas manteniendo los brazos cruzados. Su cabello rubio desarreglado, mejillas sonrojadas, labios entreabiertos y esa manera errática de respirar la hacían verse tan deseable. No, no debería estar pensando en estas cosas mientras su novia esta en aquel estado.

—Deberías ducharte —declaró, poniéndose de cuclillas frente a ella. Apenas abriendo los ojos, la mujer le apretó las mejillas—, ¿o quieres que yo te ayude?

Toru, quiero ir a la cama —murmuró en respuesta, recostándose de lado—. Vamos a la cama.

Satoru con todas sus fuerzas trato de sostener ese semblante serio a causa de los ligeros celos que le causo ver la llegada de su novia junto a otro hombre, pero cuando hablaba de manera pausada con esos ojos mirándolo directamente, no podía evitar flaquear. Tomándola en brazos, Sachi relajo su cuerpo en la espera de tocar la suavidad del colchón, pero en su lugar escuchó como el agua comenzaba a drenar; aparentemente llenando la tina.

—Hora de quitarse el olor a alcohol —con una sonrisa divertida, él la dejo sentada sobre la tapa del retrete—. ¿Cómo decía tu madre? Ah, sí. ¡Al agua pato!

Sin fuerzas para negarse, no espero a que el hombre saliera del baño mientrras comenzaba a desabrocharse la camisa hasta quitarla, siguiendo con su pantalón de vestir. El corazón de Satoru dio un vuelco al ver a su novia únicamente en ropa interior; el color rosa siempre le quedará bien y no esta cansado de repetirse eso cada día.

—Entonces ayúdame, apenas puedo moverme.

Tumbado sobre la cama, con los brazos detrás de la cabeza y mirando el techo, Satoru apenas podía calmar su agitado corazón; estuvo a punto de ceder, deslizando sus dedos por la piel expuesta de la mujer para quitarle las prendas intimas, hasta que vio su sonrisa, esa mueca de diversión le dio a entender que ella no era consciente del todo y que estaba tomándoselo como un juego.

—Ah... Que fresca me siento —suspirando aliviada, salió del baño vistiendo una camiseta blanca, claramente de él, mientras secaba su cabello con una toalla—. Deberíamos bañarnos juntos algún día.

La risa que se escapo de su boca fue áspera y corta, no era mala idea, pero hasta aquel momento estaba intentando reprimir cualquier sentimiento de deseo que lo haga quedar como un animal. Tener el cuerpo desnudo de su novia mojado ante sus ojos sería mucho más de lo que podría soportar, prefiere mantener las cosas así; en el oscuro abismo de su imaginación.
Cuando pequeñas manos se posaron sobre su firme pecho, al igual que un ligero peso en su abdomen, Satoru se encontró nuevamente con la sonrisa en los labios de su novia. Algunos mechones rubios caían hacia delante cubriéndole el rostro, pero al extender su mano y hacer a un lado el cabello, se sorprendió al ver la suavidad y el brillo en los ojos celestes de la mujer. Tal vez, era una mirada cansada o algo más.

—¿Sera que sigo ebria o en serio esperaba que me quites la ropa? —con ese murmullo, arrastrando las palabras, ella comenzó a dejar cortos besos sobre su rostro—. Cuando intentas no tocarme, algunas venas se van marcando en tus brazos, es curioso, ¿no?

Era una provocación cruda, donde presionaba sus caderas contra el abdomen de Satoru, descendiendo lentamente hasta que la fina tela de sus bragas chocaron con la dureza de los jeans que él llevaba puesto. Al igual que los latidos molestos de su corazón, algunas palpitaciones en su creciente erección lo hicieron suspirar con frustración cuando los finos labios de su novia besaron de manera húmeda y lenta su piel, haciendo que de manera inconsciente llevara las manos a los costados de la cadera femenina, sujetando con firmeza su cuerpo, causando un inevitable, pero placentero roce.

Por fin, una de las tantas interacciones intimas que él había imaginado estaba sucediendo, pero realmente esperaba que este sobria; debía parar y aunque le costo, relamio sus labios antes de tirarla sobre el colchón y abrazarla con cierta brusquedad. Su forma de respirar se había vuelto sofocante y errática, lo único que logró desconcentrarlo de esa sensación de calentura, fue el cabello aún mojado de Sachi que tocaba su rostro.

—Sigues ebria, Sacchan. Por favor, debes descansar.

Ella lo sabe, pero escucharlo hablar y sentir su rechazo causaron que un pequeño peso golpeara su pecho; de verdad desea complacer a Satoru porque conoce cada una de sus intenciones y saber que esta esforzándose tanto para entenderla, acompañarla y sanarla ha hecho que Sachi entrara en la confianza necesaria para desvestirse bajo su mirada.

"Quisiera desnudarme en cuerpo y alma frente a él", pensó con una pequeña sonrisa cuando su respiración se volvió más calmada; claramente se quedó dormido. Volteo para estar frente a frente, rozando con cariño sus narices antes de cerrar los ojos.

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𝗝𝗨𝗠𝗣 𝗧𝗛𝗘𝗡 𝗙𝗔𝗟𝗟, ㅤSATORU GOJO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora