𝗝𝗨𝗠𝗣 𝗧𝗛𝗘𝗡 𝗙𝗔𝗟𝗟， ㅤSATORU GOJO.

ㅤ20 ㅤ today, tomorrow and always.

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ㅤㅤㅤLAS MANOS DE LA RUBIA temblaban ligeramente mientras pellizcaba un poco la piel de su antebrazo como de costumbre cada vez que se encontraba nerviosa, sentía como su pecho se elevaba una y otra vez, así mismo acelerando de manera violenta los latidos de su corazón. Hoy era el día, los seis meses parecieron desvanecerse en una sola mañana, tanto así que el día anterior con suerte logró cerrar los ojos. Por otro lado, Satoru había asegurado que durmió como un bebé porque todo saldrá perfecto, pero la realidad es que mientras abrazaba a Sachi por la espalda en la noche, tampoco pudo dormir, la idea de que por fin sería esposo y esposa no abandonaba su mente.

—Toma un poco de agua y… —la señorita Liliana paro con su mano derecha los pellizcos de la chica, viendo su piel enrojecida con desaprobación mientras que con la otra le entregaba el vaso—. Deja de hacerte daño.

Haber refrescado su garganta dio resultados, calmando un poco su agitada respiración para voltear en dirección al espejo, se sentía como una princesa con el largo del vestido, la linda tiara y el asombroso velo. Mina y Reiko se acercaron, abrazando a la rubia cada una por un costado.

—Te ves bellísima —con una sonrisa contagiosa, Reiko observó el espejo en donde estaban reflejadas las tres—. Tirame el ramo, tal vez de esa manera ya pueda casarme con Suguru.

—O yo con Kento —agregó Mina, abultando los labios—. Por favor, Sacchan~.

Aquellas dos comenzaron una pelea en broma para que la mueca preocupante de Sachi cambiará, meneandola de un lado al otro mientras exigían ser quién atrape el ramo luego de la ceremonia y fiesta. Haberlas elegido como damas de honor junto a Liliana fue una buena idea, casi ni recuerda cuando fue la última vez que tuvo amigas tan cercanas y leales, pero agradece al destino que fuera de esa manera.

Las puertas se abrieron mientras la madre de Sachi anunciaba que era momento de comenzar con la boda, las damas de honor se adelantaron y ella solo respiro hondo, pudo sentir como el estómago se le revolvía, lo que menos quería en este momento es salir corriendo hacia el baño. Una voz masculina la llamó varias veces entre sollozos y cuando recobró consciencia del momento, su padre la tenía envuelta en un fuerte abrazo.

—Mi princesa, al fin te convertiste en una —los anteojos del hombre estaban mojados por las lágrimas, algo que al verlo la hizo reír de ternura. Ayudando a cercarlos, dio un último abrazo a su padre antes de enganchar sus brazos mientras salían de la habitación—. No tienes idea de lo feliz que me siento en este momento.

—Yo igual, papá —agregó ella con una enorme sonrisa antes de besarle la mejilla—. Lo estoy, pero la verdad… Estoy más nerviosa…

El hombre soltó una corta risa mientras negaba con la cabeza, aplastando sus mejillas con diversión para relajarla. Y entonces las puertas del gran salón se abrieron dejándole ver a los invitados de pie mirando en su dirección mientras que la música sonaba: wildest dream en versión violín. Los labios de Sachi temblaron mientras inútilmente reprimía su sonrisa, que terminó por hacerse más grande cuando vio a Satoru con el traje blanco, la corbata celeste y su cabello peinado hacia atrás.