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Entonces, varios de sus encuentros se reducían a besos intensos y húmedos acompañados de manoseos aquí y allá. Taehyung evidentemente no era un completo virgen que Jungkook creyó haber corrompido, ya que previo a la mamada en la cocina situaciones similares comenzaron a ocurrir con cierta frecuencia.
Era aquel día en la mañana, cuando Jungkook se despertó especialmente abochornado. Su sueño no era el mejor y parte de él estaba incomodo en la zona de abajo. Sin embargo, a su lado Taehyung dormía como un bebé. Le daba la espalda y tenía una pierna flexionada con la sábana sobre su cadera. Una agradable vista si lo pensabas bien y aún más si era de la persona que más adoraba.
Jungkook sonrió breve y se acercó más al hombre para sostener parte de su cintura y así enterrar la nariz en sus cabellos, oliendo su aroma. Así trato de volver a dormir pero ciertos recuerdos le carcomían la mente.
Por algún motivo, los últimos días su primo había decidido salir con mayor frecuencia. No se quejaba, después de todo eso le daba un libertad sensacional junto a Taehyung pero aún así le preocupaba a donde fuera o que hiciera.
Bueno, mientras Eunwoo se mantuviera lejos de ciertos problemas o no los causará, Jungkook no tenía porqué preocuparse más por el.Con un par de besos, la voz adormilada le devolvió la calma a su cabeza desbaratada y se enfocó por completo en el hombre a su lado.
—¿Ya despertaste? —pregunto Taehyung, su voz grave y baja de mañana. Frotaba sus ojos mientras el más joven solo lo observaba.
—Uhm, hace poco. ¿Estás bien?
—Como nunca.
Taehyung le sonrió y estiró los brazos alrededor de su cuello, tirando de el suavemente para atraerlo a un beso. La sábana resbaló de sus caderas y cayó alrededor de sus piernas desnudas, donde los dedos del más joven hallaron su lugar en el interior de sus muslos.
—¿Eunwoo está en la casa o...? —susurra entre sus besos el mayor, ladeando el rostro y dejando libre la piel de su cuello.
—No... no está, podemos hacerlo.
Taehyung se ríe suavemente, dejando un beso en la comisura de su boca. Luego está levantándose sobre sus rodillas y subiendo al regazo del muchacho que se pierde en él y solo sostiene sus caderas.
Él se acomoda de tal manera que Jungkook tiene que alzar ligeramente la cabeza para verlo a los ojos, alineándose sin ninguna vergüenza contra el miembro que ya casi esta completamente despierto.
—Ve despacio, amor... Aún estoy algo sensible por lo de ayer ¿Bien?
Jungkook asiente más aún tiene duda, incluso si ya está empalmado. —Quizá debamos esperar, Hyung. No quiere que te fuerces.
—Para nada, es más... — su mano se dirigió hacia atrás agarrando la base de su pene— Me muero de ganas porque la pongas de nuevo.
Jungkook jadeó y alzó las caderas de manera involuntaria.
Poco tiempo después era Taehyung quien tenía el control, con las manos sobre los hombros del chico bajo él se aseguro de que se sintiera completamente a gusto mientras saltaba en su pene y gemía con la vista al cielo. Porque los dedos del chico no paraban de agarrar su culo y palmearlo al compás de sus brincos, estimulando más la zona en la que se mantenían unidos.
—Oh, dios mio... Jung-jungkookie... Sí, así... —las uñas del menor se incrustaron en su cadera, casi forzándolo a mantenerse quieto mientras él ahora empujaba con fuerza dentro. —¡Ah, sí, sí!
—Mierda, Tae... No sabes c-cuanto te quiero.
La jodida se extendió un poco más de lo que se creyó. Ya que luego de correrse dentro del mayor, Jungkook le había dado la vuelta con la cara contra el colchón y se lo había jodido así, con la mano agarrando su nuca gimiendo al oído del padre que se mantuvo lloriqueando mientras alzaba el culo.
Dado el mediodía, Jungkook se dispuso a preparar el almuerzo mientras Taehyung se daba una ducha.
Hace una semana Eunwoo se había encargado de abastecer apropiadamente la alacena. Incluso había traído esas golosinas raras que a Taehyung le gustaban y a él una cantidad exuberante de frutas. Le sentaban bien frente a su situación actual, ya que en los últimos días había estado pensando bastante en dejar su labor de servicio y permanecer con el mayor durante el tiempo que les quedara juntos. En razón a ello, Jungkook había estado observando a Taehyung con mayor amplitud.
Quizá no había pasado mucho tiempo desde que dejaron todo atrás, especialmente para su chico. En el fondo reconocía que vivir aislados y a costa de su primo no le sentaba a ninguno de maravilla y menos cuando surgían las ganas de tener cierto tipo de contacto, existían limites que evidentemente no podían cruzar y por supuesto que Eunwoo lo sabia incluso si no se los repetía de manera de constante. Pero ahí estaba, como un piquete repetitivo que le susurraba una y otra vez que ese no era su lugar.
—¿En qué piensas? —Taehyung preguntó, secando su cabello húmedo con un paño.
—Oh, sabes... Estos meses he estado hablando con algunas personas y también he estado ahorrando algo de dinero —lo miró curioso, arrastrando la silla junto a la mesa.— Varias de las personas allá eran muy amables y bueno ya sabes. Ah, Tae... La verdad es que yo realmente no siento que debamos seguir aquí.
Un surco apareció entre las cejas del hombre.
—¿De que hablas?
—Hablo de que quizá nosotros deberíamos mudarnos. Ir a un lugar solo para nosotros, no sé... Una cabaña en el campo o rentar un lugar, lo que sea.
Taehyung se rió brevemente, relamió sus labios y se puso de pie.
—Jungkook tú realmente estás alucinando —con unos pasos ya estaba rodeando sus hombros, consiguiendo las manos del otro en sus caderas— Mi amor, sería increíble si consiguiéramos un lugar para nosotros pero no es tan sencillo.
—Claro que sí. Nosotros podemos...
—Podemos pero yo no quiero dejarlo todo, no otra vez. Y menos cuando no estaría ayudándote en nada para conseguirlo.
—Tae, sabes que no me importa. A mí me gusta así, que quiero proveerte todo para que tú solo estés cómodo y feliz —beso su mejilla— Me encantaría consentirte a ese nivel, amor.
Taehyung le sonrió y pensó en ello un momento. En Jungkook y él viviendo lejos del pueblo y los malos recuerdos, lejos del joven Eunwoo que hasta ahora había sido demasiado amable al brindarles un techo y comida. Lejos de todo aquello que en un inicio se le había hecho extraño y ahora era una faceta más en su vida. ¿Realmente podría...?
—Esta bien.
Jungkook alzó las cejas, alejando un poco su pecho del suyo.
—¿Seguro que sí?
—Uhm, sí —antes de que lo interrumpiera, continuo.— Pero con una condición.
—Lo sabía, no sería tan sencillo. ¿Qué es?
—Quiero ayudar con el gasto, Kook. No puedo permitir que solo tú te encargues, no es algo con lo que esté cómodo.
—Pero-
Taehyung lo callo, colocando un dedo sobre sus labios.
—Sera así o vamos olvidando esto—Jungkook asintió, resignado— Conseguiré un trabajo o lo que sea para poder juntar más presupuesto ¿Está bien? Quizá tomé un poco de tiempo pero así podremos estar más seguros de lo que queremos.
—De acuerdo. Puedo aceptar eso, después de todo sé que en el pueblo hay gente que te adora.
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después de un tiempito he regresado 🤗
no importa como pero de que este fic llega a su fin, llega.
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Jardín de Amapolas 敌人 kookv
FanfictionSiendo un fiel creyente del libre albedrío, Jungkook asegura que no está en la obligación de tener que creer en algún Dios. Mientras que Taehyung, el sacerdote del pueblo, cree fielmente que puede encaminar a cada joven antireligioso con el que se t...