Capítulo Cuatro; Los hermanos

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Nos agachamos y veo como Yeong su le hace señas de silencio al soldado, este obedece. El monstruo queda atrapado en el auto chocado intentando apagar el ruido de la bengala, nos quedamos quietos advirtiendo no moverse.

—No veo...

El soldado hace una seña y, en fila, todos nos movemos.

—Te mataré...

Nos movemos en silencio, pero un ruido distrae al monstruo. Un dron vuela sobre nosotros y antes de poder saber más, el monstruo lo destruye con su brazo. El soldado comienza a disparar en lo que todos corremos.

El monstruo ciego cae al suelo, pero otro le sigue, aquel ojos enorme que nos vigilaba hace poco en el edificio. Toma al soldado y lo asfixia.

—¿Qué hacemos?

—¡Enciende el maldito auto!

—___...—Eun Yoo me hace mirarla, mi cuerpo temblaba como si estuviera en medio de un resfriado. Con un metal del autobús en el que nos subimos, Eun Yoo corta su mano y deja caer su sangre frente a mi.

—No, no lo haré.

—¡No tienes fuerzas, es la única forma, o por lo menos la única que veo!

Miro a mi alrededor a todos esperando por mi desicion. Eun Yoo se acerca y pone su mano sobre mi boca, y en el momento en que la sangre roza mi boca, Experimenté una mezcla de sorpresa, alivio y un placer sutil al sentir la sangre en mi boca. El dolor que había estado sufriendo desapareció instantáneamente, reemplazado por una sensación extraña, de repente me sentí con más energía.

Con el corazón latiendo con fuerza y los sentidos en alerta máxima, me levanté y baje del vehículo, quedando frente a frente con el monstruo de un ojo gigante. Cada movimiento del monstruo era una amenaza inminente, pero estaba decidida a enfrentarlo y salvar a quienes estaban en peligro.

Visilumbré al soldado atrapado bajo el monstruo. Sin pensarlo dos veces, me lancé hacia el monstruo, sintiendo mi cuerpo con energía, acuchillé el ojo con mi mano transformada, dejando al militar atónito. Este me apoya y con su cuchillo comienza a apuñalar al monstruo.

La bestia ciega ataca otra vez y ambos caemos al suelo, el golpe me deja atónita, mi cabeza había caído sobre una roca, estaba lista para sentir el apuñalamiento del monstruo ciego pero este nunca llegó, el soldado me tomó en sus brazos y corrió conmigo hacia el auto, el cual se detuvo y nos ayudaron a subir. Puedo sentir mi interior arder del dolor, el ataque a los monstruos no pude resistirlo como pensaba.

—Se curan rapido...—dice Su yeong,—Tus heridas se curan mucho más rápido.

Miro mi cuerpo y es verdad. Seguimos en rumbo desconocido, ya más tranquilos, vamos en silencio y Ji soo me cura las heridas que aun no sanan.

—¿Habrá sido la sangre?—dice ella de pronto, la miro sin entender,—Lo que hizo que aguantaras el dolor, ¿habrá sido la sangre de Eun yoo?

—No lo se, no quiero pensarlo...

—Pero debemos, por ahora eres la más fuerte sin necesidad de armas, tienes que mantenerte estable, ____.

—¡Es un monstruo bueno!—oigo a Yeong su reclamar.—¡Nos protegio!

—Todos los monstruos son malvados, ¿si? Deberian matarlos a todos.

—¡No! ¡Te equivocas!

—¡Mocoso irrespetuoso!

—¿Por qué le gritas a un niño?—la señora Moon lo defiende.

—¿Respetarte a ti por qué, imbécil?—hago que se detenga de agredir a Yeong su,—Te acabo de salvar la vida miserable que tienes, siendo un monstruo. Déjame decirte, si todos los monstruos fueran malvados, yo ya te habría devorado.

The last sweet home (Segunda temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora