Capítulo Dieciséis; Final, Parte III

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(canción recomendada, High School Sweetheart, melanie Martinez).

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Hyun-su me abraza por detrás, formando un cálido abrazo que envuelve mi cuerpo mientras descansa su cabeza en mi hombro.

—¿Cómo te sientes?— pregunta con ternura, su voz resonando cerca de mi oído.

—Yo debería preguntarlo. Tu pierna estaba muy mal— respondo, sintiendo su cercanía reconfortante.

—Pero ya está mejor—, suspira, sugiriendo que tratemos de convivir un poco más juntos. Una propuesta que, en verdad, rara vez exploramos.

Asentimos en silencio y nos sentamos juntos en el suelo, compartiendo un momento de tranquilidad mientras Hyun-su me abraza con afecto.

—Sé que es duro. Perder a Jae-heon realmente lastimó a todos—, comento con pesar, recordando al amigo que ya no está entre nosotros.

—Lo sé. Pero no me siento mal—, responde, mirándome con serenidad.—Él me salvó una vez. El poder liberarlo de este mundo me hace sentir que le devolví el favor.

Sonrío ante sus palabras reconfortantes. —Tienes razón.

Luego, planteo una pregunta que ha estado rondando en mi mente.—Hyun-su, ¿confías en mí?

Su expresión se torna seria por un momento antes de responder. —¿Por qué preguntas eso?

—Porque si en algún momento tenemos que separarnos, ¿confiarías en que volvería?

—Primero, quítate esa idea de que te voy a perder. Y segundo... si fuera así, confío en que volverías—, afirma con convicción.

—Gracias por eso—, le agradezco sinceramente antes de notar su cambio de apariencia. —¿Cortaste tu cabello?

—Si, ¿no te gusta?— pregunta, mientras revuelvo su cabello con mis dedos.

—Al contrario, te ves bien—, respondo con una sonrisa.

Hyun-su sostiene mi rostro con suavidad mientras nos besamos, sus labios transmiten ternura y amor con cada roce. Siento cómo se aferra a mí, abrazándome por la cintura con firmeza, como si nunca quisiera soltarme.

Nos separamos lentamente, nuestros labios se separan pero nuestras frentes permanecen unidas, compartiendo el calor de nuestros cuerpos y el latido acelerado de nuestros corazones.

Sonrío al verlo frente a mí, sus ojos llenos de amor y complicidad. Tomo entre mis manos su rostro, acariciando sus mejillas con ternura mientras nuestros ojos se encuentran en un intercambio de miradas lleno de significado.

En ese instante, siento que el tiempo se detiene a nuestro alrededor. Es el momento perfecto, aquel que siempre había soñado y que creí que nadie nos podría arrebatar. Estamos juntos, vivos, ¿Que podría pasar?
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The last sweet home (Segunda temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora