Capítulo Cotorce; Final, Parte I

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—Tal vez, pueda enmendar su error...— caminé hacia el.— Puede dar todo de usted e intentar ser el padre que alguna vez fue...

—No, ya es muy tarde.—suspira.—Por eso, quiero pedirte algo, Cha Hyun su... Protegela, cuidala, no dejes que mi niña muera como un monstruo... No dejes que pierda su humanidad como yo lo he hecho...

Durante todo el camino hacia el refugio, mi mirada se desliza constantemente hacia ___. Sin embargo, ella evita encontrarse con mis ojos, claramente enfadada. Me duele verla así, pero entiendo por qué está molesta.

En silencio, mi mente se llena de pensamientos tumultuosos. Reconozco lo profundamente enamorado que estoy de ella, y cada vez que la miro, siento un nudo en el estómago al recordar las promesas que le hice a su padre. Juré protegerla, pero ahora, al verla dolida por mi culpa, me doy cuenta de que no he cumplido esa promesa.

El peso de mi fracaso me aplasta mientras avanzamos. No puedo perdonarme por haberla lastimado de esta manera. Cada vez que pienso en la decepción en sus ojos, siento que mi corazón se rompe un poco más. No puedo permitirme perderla, pero también sé que no puedo protegerla, no después de haberla herido de esta manera.

Mientras caminábamos hacia el refugio, no podía evitar sentir una punzada cada vez que veía a ____ con ese chico. Ella caminaba frente a mi, pero su atención parecía estar más en el chico. Aunque ella no me miraba, yo podía sentir su risa compartida con Chan Young, como si nuestros lazos se estuvieran debilitando con cada sonrisa dirigida hacia él.

No entendía por qué me afectaba tanto verla así. Era como si una parte de mí se llenara de ansiedad cada vez que ella reía con él. Intentaba apartar esos pensamientos de mi mente, recordándome a mí mismo que confiaba en ella, pero la sensación persistía, como un nudo en el estómago que se negaba a deshacerse.

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Corremos en dirección hacia unos edificios abandonados, Eun Yoo apuntando con su linterna y yo con mi arma, me doy la vuelta y me acerco a Chan Young, pongo mi mano sobre la frente de Yi Kyeong

—La fiebre aumenta... Apresuremonos.

Cuando entramos, hayamos un lugar en dónde preparar todo para ayudar a Yi Kyeong. Nos sentamos alrededor de ella, Chan Young se pone a mi lado mientras yo dejo las armas y saco todo de mi mochila, en busca de lo necesario para curar a Yi Kyeong.

—¿Qué pasó?

—Hubo un incendio en su escondite y no pudo escapar. Ya estaba inconsciente cuando entré.

—Probablemente inhaló el humo, le costará respirar si no le ponemos oxígeno—digo, viendo a Eun Yoo.—, Es eso o envenenamiento por monóxido de carbono.

—Debe haber oxígeno portátil por aquí. Busquemos un tanque.

—Que sea rápido, le costará volver a respirar sola en una o dos horas, podría ahogarse y morir.

Nos vamos en distintas direcciones en busca de suplementos médicos. Entro a una de la habitación alrededor, encontrandome con cajas llenas de cosas, entre ellas, un botiquín. Continuo buscando y me llevo todo lo que encuentro escencial.

Cuando salgo me quito mi abrigo y hago una especie de almohada para poner la cabeza de Yi Kyeong,

—¡Lo encontré!—escucho a Chan Young

Se pone a mi lado y desenreda la manguera, pero el aire que emana del tubo es leve.

—¿Funciona? ¿Qué pasa?

—No le queda oxígeno.

—¿Y ahora qué?

—Si no recibe oxígeno, no podrá respirar y sus órganos comenzarán a fallar. Y luego...

—Dame una solución. No un problema.

—Sin oxígeno, no hay forma de darle aire desintoxicado.

—___ tiene razón, es demasiado tarde.

—¿Por qué dices eso sin siquiera intentarlo? Hazte aun lado si no quieres ayudar.

—Hyun su ayúdame a cargarla, hay que llevarla al estadio. Vámonos ahora—dice, tratando de mantenerse firme.

—Eun Yoo.

—¡Ayúdenme ya!

Nos quedamos de brazos cruzados.

Me quedé sola con Yi Kyeong, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre mis hombros. Observé su rostro pálido y su respiración entrecortada, consciente de que cada segundo era crucial. Mis manos temblaban ligeramente mientras buscaba desesperadamente una solución en el botiquín y en todo lo que había traído.

Cada opción parecía agotada, cada camino parecía bloqueado. El oxígeno se había agotado, y con él, nuestras esperanzas de salvarla. Pero no podía rendirme, no podía aceptar la derrota sin intentarlo todo.

Salgo de la habitación, sintiendo las miradas de Eun Yoo y Hyun su sobre mi, me limpio las lágrimas y tomo el rifle que había dejado en el suelo.

—Si quieres, podrían entrar y despedirse—digo, tomando mi mochila—, Hagámoslo como una muestra de que aún queda humanidad en nosotros. Aún que sea solo está vez.

Me voy de la habitación en busca de mis cosas, sintiendo los ojos de Hyun su sobre mi espalda como una sombra persiguiendome. Pero aún sentía miedo, si esa chica pudo controlarlo una vez... ¿Podría hacerlo de nuevo? Debía mantener mis sentimientos a raya y proteger a Chan y Eun Yoo del peligro que Hyun su podría ser, incluso si debía aplastar mi corazón en el intento.

—No deberías ser así con el...—Eun Yoo se me acerca por la espalda una vez que estamos solas—, No es peligroso, está vivo y eso es lo que importa.

—Ya lo controló una vez, ¿Crees que será diferente en alguna otra oportunidad?—me di la vuelta para mirarla—, ¿Crees que se pueda controlar oyendo mi voz? ¿Sintiendome a su lado? Lo que me queda de vida tengo que usarlo para protegerte a ti y a Chan Young

—No puedes haber dejado de quererlo de la noche a la mañana...

—¿Y qué si lo hago? Tú misma me lo dijiste, no tengo que buscar a un fantasma.

—Eso fue antes de darme cuenta de que él es real, de que está vivo y volvió porque nos necesitaba...

—¿Y qué planeas que hagamos Hyun su y yo? ¿Estar juntos hasta el final? ¿Resistir juntos a la tentación?

—No. Pero por lo menos podrías intentar no tener un final así... Él volvió por ti, quería abrazarte y tú le apuntas te con un arma como si fuera un animal... Debes creerme.

—Porfavor, sigamos nuestro camino... ¿Si?

—Solo, piénsalo.

Eun Yoo sale de la habitación dejándome sola, suspiro pensando en las posibilidades de que Hyun su y yo... Al final, tendríamos una vida feliz... Una en que no fuéramos unos monstruos conteniendose del otro...

No quiero pasar otra noche así... Ya no lo soporto... No quiero llegar a mi límite y perder el control...

The last sweet home (Segunda temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora