después del desayuno cada uno toma su propio camino, tomando sus cosas y alistándose para ser llevados a la montaña.
evita al pelinegro en todo momento, decidiendo que aún no está preparado para hablar directamente con él. cada vez que sus ojos se encuentran, una ola de vergüenza lo golpea duramente.
los recuerdos de anoche que su mente se encarga de recordarle no ayudan mucho a su situación.
está junto a felipe y francisco en uno de los sillones, charlando animadamente sobre lo emocionados que están por el fin de semana cercano, cuando blas se une a ellos. los otros dos lo reciben con entusiasmo, pero él no puede evitar ponerse rígido ante su presencia.
—¿de qué hablan?—pregunta el pelinegro con una sonrisa, de pie a un lado del sillón.
mira sus propias manos posadas sobre su regazo como si fueran algo interesante, evitando mirar al recién llegado.
—de que este fin de semana hay que salir a recorrer la ciudad un poco...
la voz angelical de francisco se escucha lejana.
se aclara la garganta para llamar la atención de sus amigos mientras se pone de pie, aún sintiendo cierto malestar en su espalda baja.
—voy al baño.
antes de que alguno pueda decir o hacer algo, comienza a alejarse a largos pasos. los nervios y la vergüenza lo empujan a ser impulsivo.
[...]
se moja la cara con agua fría en busca de relajarse, mirándose al espejo frente a él. realmente no tiene las mejillas o las orejas ruborizadas, pero aún puede sentir el calor en él.
se siente mareado, el desayuno le sube por la garganta cada vez que cruza miradas con el pelinegro. no sabe la razón para sentirse así, más que estar nervioso por él y su presencia.
no se sorprende cuando lo ve entrar al baño segundos después, mirándolo a través del espejo. ambos se miran fijamente hasta que el pelinegro se detiene a unos pasos de él.
—¿qué te pasa?—es lo primero que pregunta el más alto, frunciendo levemente el ceño.
no contesta, sintiendo que el aire le falta y el cuerpo le tiembla.
—¿por qué me estás evitando?
rápidamente se da la vuelta, quedando así frente a frente con blas.
—no te estoy evitando.—responde, esforzándose por no tartamudear.—solo estoy nervioso.
—¿nervioso?—el otro deja salir una risa, casi burlándose de él.—¿nervioso de qué?
—no se...—es todo lo que puede responder.
—anoche no parecías nervioso.
¿qué?
sus ojos recorren el rostro ajeno, en busca de algún indicio que le demuestre que aquellas palabras son simplemente una broma.
pero el otro se encuentra serio.
—necesito aire.—dice mientras toma su campera que dejó sobre el lavabo.
pero cuando intenta pasar junto al más alto, este le sujeta el antebrazo con una de sus manos.
—perdón.—la voz del otro hace eco en el espacio donde se encuentran.—no quise decir eso, perdón.
blas se escucha arrepentido, y lo mira con ojos brillantes en preocupación.
—solo quiero saber qué te pasa.—continúa al no obtener respuesta.—si hice o dije algo malo, te pido perdón. no quiero que estés así conmigo después de lo que pasó anoche.
mira hacia la puerta a unos pasos de ellos con algo de miedo, temiendo que alguien pueda entrar y verlos.
o escucharlos.
—no es tu culpa, no hiciste nada malo.—aclara rápidamente.—es solo que tengo miedo de que alguien pueda descubrirnos si estamos todo el tiempo uno sobre el otro.
el pelinegro parece procesar sus palabras, asintiendo lentamente con la cabeza.
—¿estás seguro que es solo eso?
realmente no.
pero cree que una gran parte si es debido a que verdaderamente teme que alguien los descubra, ya sea uno de sus amigos o una persona de su equipo de trabajo.
y sospecha que la otra parte restante, se debe a que el chico frente a él puede estar comenzando a gustarle más allá de lo físico.
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se viene un poco de drama. >:)
doble actualización por el día movidito que tuvimos hoy con el tema contenido y así. no lo iba a hacer pero bueno...
una vez más gracias por apreciar esta historia. <3
