quince.

2.7K 283 105
                                        

durante el desayuno se sienta solo, notando que sus amigos lo miran desde la distancia. respetan su espacio y su necesidad de silencio, de estar en soledad.

y aunque un lado de él lo agradece, el otro nuevamente espera que alguien se acerque a él. suspira con cansancio. cierto malestar se estanca en su estómago.

está terminando su jugo de naranja cuando felipe se acerca a él con su desayuno en sus manos. una sonrisa cálida adorna su rostro mañanero.

—¿te puedo hacer compañía?—pregunta mientras lo mira con lo que parece temor a ser rechazado.

por favor.

su amigo de pelo castaño liso se sienta junto a él y ambos se rodean de un cómodo silencio, disfrutando de sus desayunos y la compañía relajante del otro.

hasta que finalmente el más alto decide romper aquel acogedor silencio.

—voy a ser directo porqué no quiero verte más así...—aquellas palabras logran causar cierto temblor en él.—¿pasó algo entre blas y vos?

el desayuno sube rápidamente por su garganta, sintiendo náuseas. su corazón comienza a martillar fuertemente contra su caja torácica una y otra vez. los nervios se apoderan de él tan rápidamente que logra sorprenderse un poco.

—¿a-a qué te referís?—pregunta luego de algunos segundos largos, no pudiendo evitar el tartamudeo y temblor en su voz.

—es que no fue difícil notar que pasaron de estar uno encima del otro todo el tiempo a apenas hablarse.—explica el otro sin verlo, enfocado en su desayuno.—¿discutieron por algo?

cierto alivio inunda su cuerpo de pies a cabeza al saber a qué se refería su amigo. por unos momentos pensó que realmente había notado su atracción hacia el pelinegro, o aún peor, que había notado lo que evidentemente había pasado entre ellos.

—es que...—sus ojos recorren el rostro preocupado de felipe, sin atreverse a verlo a los ojos cuando está apunto de mentirle descaradamente.—no discutimos. solo no me siento bien y le pedí que me dejara solo para aclarar mis pensamientos, y él está respetando mi pedido.

el otro lo mira de una forma que hace que se sienta incómodo sobre su silla. está casi seguro de que no creyó ninguna maldita palabra que salió de su boca.

—¿y por qué no te sentís bien?—pregunta sin más.

y aunque se siente algo culpable por estarle mintiendo a quien podría considerar su mejor amigo, logra inventar una tonta historia nostálgica sobre extrañar a su familia y amigos de argentina.

[...]

vuelven al hotel cuando la noche cae sobre ellos, con el cielo oscuro estrellado y el frío viento soplando con fuerza.

finalmente es viernes, y aunque hoy el día de grabación fue realmente agotador y más extenso de lo común... tienen un día para descansar. están enormemente agradecidos con su director por el pequeño gesto.

y aunque algunos, como él, planean usar estas valiosas horas para descansar, otros ya están organizando salidas rápidas por la ciudad y juntarse en una habitación para pasar el rato en grupo.

se despide de felipe con un fuerte abrazo cuando este se acerca a él, ambos decididos a dormir por horas. ninguno está de ánimos para algo más.

—si queres más tarde puedo ir a hacerte compañía.—ofrece el más alto con una sonrisa tímida entre sus labios.

me encantaría.

cinco minutos más tarde, ya está en el ascensor camino a su propia habitación. siente sus ojos pesados al igual que el resto de su cuerpo. el cansancio es notorio, y no solo en él.

no pasó por alto la oscuridad debajo de los ojos de felipe. le preocupa que su amigo esté durmiendo mal, aún cuando él mismo está durmiendo mal también.

su cabeza se encargó de atormentarlo hasta altas horas de la madrugada. incluso aún estaba despierto cuando el pelinegro llegó a la habitación. tuvo que fingir estar dormido ante él.

patético.

cuando llega a su habitación se deja caer sobre la cama, disfrutando la sensación de suavidad y calidez debajo de su cuerpo cansado. debería ducharse, tal vez.

sus ojos comienzan a cerrarse con el pasar de los lentos minutos, dejándose atrapar por el silencio que lo envuelve. pero apenas unos momentos después, la puerta suena ante unos golpes sobre ella.

realmente va a matar a felipe por interrumpirlo justo ahora.

—pensé que ibas a ve-

las palabras se le atoran en la garganta cuando sus ojos se encuentran con los de blas. el pelinegro está de pie frente a él, con el brazo apoyado sobre el umbral de la puerta.

—¿y tu tarjeta de acceso?—es lo primero que pregunta al notar que el más alto golpeó la puerta en vez de simplemente abrirla con ella.

—ahí.—el pelinegro apunta a sus espaldas con uno de sus dedos, por lo que voltea con curiosidad. puede ver la tarjeta de acceso a la habitación sobre la mesa de luz perteneciente al más alto.

eso explica mucho.

se hace a un lado para que el pelinegro pueda entrar a la habitación, sintiéndose repentinamente nervioso. el estómago se le revuelve incómodamente.

cuando el otro entra, cierra la puerta y apoya su espalda en ella. no sabe qué más hacer, o qué decir.

y si realmente debería hacer o decir algo.

—¿entonces... vas a ir con los chicos?—pregunta inseguro. blas parece ciertamente sorprendido de que hable con él. 

—si.—responde el otro luego de algunos segundos de un silencio tormentosamente incómodo.—vine a buscar esto para no molestarte en la madrugada cuando vuelva.

el pelinegro toma la tarjeta de acceso y la guarda en su billetera antes de caminar hacia su placard en busca de un abrigo.

parece que otra vez estará solo en la habitación. genial.

en todo momento permanece con su espalda pegada a la madera barnizada detrás de él, por lo que blas termina frente a él nuevamente cuando está listo para irse.

pero él no se mueve.

los dos se miran en silencio, con sus ojos posados sobre los del otro. ninguno dice nada, simplemente de pie junto a la puerta.

—necesito sal-

de un momento a otro sus labios están sobre los del más alto, callando sus palabras abruptamente. su brazo derecho rodea el cuello ajeno, tirando de él más hacia abajo.

y cuando está por apartarse, siente que el pelinegro finalmente corresponde su beso mientras lo empuja con fuerza contra la puerta. siente las manos que tanto extrañó sobre su cintura, apretando su agarre.

••••••••••

lo subo de nuevo porqué parece que hubo un problema y wattpad no avisó que actualice xd así que acá tienen jeje.

ahora que tengo tiempo libre voy a estar leyendo sus comentarios en los últimos capítulos subidos ya que no tuve la oportunidad de hacerlo ajjdks me motivan mucho a escribir <3 gracias.

tensión ; juan x blas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora